El parque.
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Shinobi's Shadow :: Villa Oculta de la Hoja [País del Fuego] :: Barrios de la Aldea :: Plazas y Calles
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El parque.
Seis y media de la mañana, un sol que apenas nace por el horizonte matutino y como es costumbre Jotaro y su hermano empiezan la mañana con un largo recorrido por el barrio, aunque se extiende a varios kilómetros, varias horas de carrera por la aldea mientras ven como los negocios se abren poco a poco incluyendo el de sus padres.
Aquella mañana, como todas, habían empezado con el footing mañanero, haciendo una ligera parada en una pequeña cafetería que conoce muy bien el hermano de Jotaro, el cual suele abrir y en la que se reúnen varios ninjas por la mañana para comenzar un nuevo día con una gran fuerza física y de paso con algún cotilleo en alza. Jotaro por su parte desayuno con ellos, para enterarse de lo que se cocía por la mañana en la cafetería que más que eso, parecía una peluquería con todas sus marujas.
Una vez recuperadas las fuerzas gracias al desayuno de la mañana, volvieron a casa y mientras lo hacían ya eran las 10 de la mañana, habían pasado gran parte del tiempo en la cafetería cotilleando y discutiendo sobre kunoichi era la mas guapa, cosas de jóvenes ninjas y alguna que otra aventurilla fuera de la aldea como misión, momento que aprovechaba Jotaro para coger información de alguna utilidad. Una vez en casa llegaba la hora de ejercitar los músculos con alguna lección de Taijutsu aunque muy leve, las verdaderas lecciones ya las darían en la escuela y serian algo mas serias.
Los dos hermanos pasaron al jardín de atrás para empezar a practicar, y como todas las mañanas los chicos empezarían con movimientos de brazos y muñeca y luego pasarían a las piernas. Una vez llegado al punto en el que estirar las piernas para golpear hubo un peque desajuste. Como le había mandado su hermano debía hacer tres patadas diferentes, una a la altura de la rodilla, otra a la cadera y otra a la del hombre, y debía hacerlas siempre en el mismo orden, alternando una pierna y otra cada vez que terminara la sesión de los tres golpes.
El chico estuvo haciendo varias sesiones, hasta que en la décimo octava, el chico al intentar golpear al aire a la altura del hombro perdió la estabilidad y callo al suave y reconfortante césped del jardín y con un refunfuño se dirigió a su hermano.
- Jooo…hermanito, esto es muy difícil… Dijo Jotaro con poco entusiasmo, a pesar de ser tan positivo como era.
- Jotaro, lo has estado haciendo muy bien, tu tranquilo ya mismo lo harás tantas veces como yo o mas. Dijo afirmando el hermano de Jotaro sonriendo y ayudándole a levantarse.
El joven Jotaro sabia que eso podría se verdad, pero para el, su hermano era el mejor ninja que había, aunque estuviera el Hokage por encima de el, su hermano era su modelo a seguir. Después de aquellas palabras de ánimo, o eso pretendían ser, y justo cuando iba a preparar una nueva sesión para Jotaro, su padre llamo a su primogénito para que le ayudara con algunas labores de la tienda como coger algunos paquetes del almacén. Eso puso en jaque el entrenamiento de Jotaro, cosa que le mosqueo aunque comprendiendo la situación tuvieron que dejar el entrenamiento básico para otro momento.
Jotaro, por otra parte, sabia que en casa no podría hacer nada o eso mismo creía el, justo en el momento en el que se iba a la calle a jugar, su madre le llamo y el mismo chico salio corriendo para evadirse del trabajo forzoso, que tuviera que hacer, como limpiar de polvo su cuarto u ordenarlo de juguetes que yacían esparcidos por toda la habitación. Así que sin pensarlo, salio corriendo en busca de alguna aventurilla sin riesgo pero entretenida.
El parque había sido sin duda su lugar preferido desde hacia años, aunque el desconsuelo de llegar allí y no haber nadie le disgustaba bastante.
- ¡Que rollo! No hay nadie aquí… Dijo el chico poniendo morritos y con las manos en la cabeza a modo de aburrimiento.
Aquella mañana, como todas, habían empezado con el footing mañanero, haciendo una ligera parada en una pequeña cafetería que conoce muy bien el hermano de Jotaro, el cual suele abrir y en la que se reúnen varios ninjas por la mañana para comenzar un nuevo día con una gran fuerza física y de paso con algún cotilleo en alza. Jotaro por su parte desayuno con ellos, para enterarse de lo que se cocía por la mañana en la cafetería que más que eso, parecía una peluquería con todas sus marujas.
Una vez recuperadas las fuerzas gracias al desayuno de la mañana, volvieron a casa y mientras lo hacían ya eran las 10 de la mañana, habían pasado gran parte del tiempo en la cafetería cotilleando y discutiendo sobre kunoichi era la mas guapa, cosas de jóvenes ninjas y alguna que otra aventurilla fuera de la aldea como misión, momento que aprovechaba Jotaro para coger información de alguna utilidad. Una vez en casa llegaba la hora de ejercitar los músculos con alguna lección de Taijutsu aunque muy leve, las verdaderas lecciones ya las darían en la escuela y serian algo mas serias.
Los dos hermanos pasaron al jardín de atrás para empezar a practicar, y como todas las mañanas los chicos empezarían con movimientos de brazos y muñeca y luego pasarían a las piernas. Una vez llegado al punto en el que estirar las piernas para golpear hubo un peque desajuste. Como le había mandado su hermano debía hacer tres patadas diferentes, una a la altura de la rodilla, otra a la cadera y otra a la del hombre, y debía hacerlas siempre en el mismo orden, alternando una pierna y otra cada vez que terminara la sesión de los tres golpes.
El chico estuvo haciendo varias sesiones, hasta que en la décimo octava, el chico al intentar golpear al aire a la altura del hombro perdió la estabilidad y callo al suave y reconfortante césped del jardín y con un refunfuño se dirigió a su hermano.
- Jooo…hermanito, esto es muy difícil… Dijo Jotaro con poco entusiasmo, a pesar de ser tan positivo como era.
- Jotaro, lo has estado haciendo muy bien, tu tranquilo ya mismo lo harás tantas veces como yo o mas. Dijo afirmando el hermano de Jotaro sonriendo y ayudándole a levantarse.
El joven Jotaro sabia que eso podría se verdad, pero para el, su hermano era el mejor ninja que había, aunque estuviera el Hokage por encima de el, su hermano era su modelo a seguir. Después de aquellas palabras de ánimo, o eso pretendían ser, y justo cuando iba a preparar una nueva sesión para Jotaro, su padre llamo a su primogénito para que le ayudara con algunas labores de la tienda como coger algunos paquetes del almacén. Eso puso en jaque el entrenamiento de Jotaro, cosa que le mosqueo aunque comprendiendo la situación tuvieron que dejar el entrenamiento básico para otro momento.
Jotaro, por otra parte, sabia que en casa no podría hacer nada o eso mismo creía el, justo en el momento en el que se iba a la calle a jugar, su madre le llamo y el mismo chico salio corriendo para evadirse del trabajo forzoso, que tuviera que hacer, como limpiar de polvo su cuarto u ordenarlo de juguetes que yacían esparcidos por toda la habitación. Así que sin pensarlo, salio corriendo en busca de alguna aventurilla sin riesgo pero entretenida.
El parque había sido sin duda su lugar preferido desde hacia años, aunque el desconsuelo de llegar allí y no haber nadie le disgustaba bastante.
- ¡Que rollo! No hay nadie aquí… Dijo el chico poniendo morritos y con las manos en la cabeza a modo de aburrimiento.
Jotaro- Gennin
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Fecha de inscripción : 14/08/2008
Re: El parque.
La penumbria de las sombras había pasado ya hace rato, los distintos despertares llenaban de susurrantes voces las ventanas de las casas, dando a entender el inicio de un nuevo día en cada familia. Una brisa fresca y recuperadora soplaba por las distintas calles aún despobladas del lugar, esperando con impaciencia la llegada de aquellos pies apresurados.
Arremolinados en masas como si de rebaños enteros de ovejas salieron todos al unísono de sus casas, dispuestos a proseguir con su rutina diaria que tan acostumbrados los tenía. De entre todas las multitudes se hallaba una sombra, casi invisible pero a la vez totalmente perceptible por aquellos que le rodeaban. Su bata blanca se ondeaba en el aire como si de volar se tratase, mientras su rostro era casi cubierto por un imponente gorro circular rojo. Por sus andares se podía aún percibir las cicatrices de la experiencia que la vida tan larga le había dejado en sus ya arrugada piel.
El camino le guiaba a él, y no él al camino. Sus andares le llevaron a un rudimentario parquecito, iluminado por el reflejo del naciente Sol en su pequeño laguito. Pero lo mas extraño del lugar era la imagen tierna y simpática de un joven niño, que por su altura debía andar entre los diez y doce años. Esto cautivó al anciano que recordaba en aquella imagen la pasión y energía de un futuro desconocido, envidiaba a aquellos extraños personajillos que aún tenían tanto camino por delante, que aún tenían tantas cosas que vivir.
Su oído aún le respetaba, y alcanzó a comprender las palabras de resignación del jovencito. Una sonrisa muy graciosa se le dibujó en su rostro, acompañada de una suave carcajada quizá un tanto exagerada. - Pequeño, la vista puede engañarte - Expresaba el anciano de barbuda pera, con una frase que denotaba cierta sabiduría...o quizá absurdo.
- ¿Y dime que es lo que hace un niño como tu aquí tan solo?, ¿no juegas con tus amigos? - Proseguía la grave voz del anciano, mientras se sentaba en uno de los bancos de madera oscura que rodeaban la visión del lago, muy cerca del niño...
Arremolinados en masas como si de rebaños enteros de ovejas salieron todos al unísono de sus casas, dispuestos a proseguir con su rutina diaria que tan acostumbrados los tenía. De entre todas las multitudes se hallaba una sombra, casi invisible pero a la vez totalmente perceptible por aquellos que le rodeaban. Su bata blanca se ondeaba en el aire como si de volar se tratase, mientras su rostro era casi cubierto por un imponente gorro circular rojo. Por sus andares se podía aún percibir las cicatrices de la experiencia que la vida tan larga le había dejado en sus ya arrugada piel.
El camino le guiaba a él, y no él al camino. Sus andares le llevaron a un rudimentario parquecito, iluminado por el reflejo del naciente Sol en su pequeño laguito. Pero lo mas extraño del lugar era la imagen tierna y simpática de un joven niño, que por su altura debía andar entre los diez y doce años. Esto cautivó al anciano que recordaba en aquella imagen la pasión y energía de un futuro desconocido, envidiaba a aquellos extraños personajillos que aún tenían tanto camino por delante, que aún tenían tantas cosas que vivir.
Su oído aún le respetaba, y alcanzó a comprender las palabras de resignación del jovencito. Una sonrisa muy graciosa se le dibujó en su rostro, acompañada de una suave carcajada quizá un tanto exagerada. - Pequeño, la vista puede engañarte - Expresaba el anciano de barbuda pera, con una frase que denotaba cierta sabiduría...o quizá absurdo.
- ¿Y dime que es lo que hace un niño como tu aquí tan solo?, ¿no juegas con tus amigos? - Proseguía la grave voz del anciano, mientras se sentaba en uno de los bancos de madera oscura que rodeaban la visión del lago, muy cerca del niño...
Hokage- Hokage
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Fecha de inscripción : 13/08/2008
Re: El parque.
Jotaro seguia en pie y con las manos en la cabeza, hasta que una voz, ya entrada en años le abstrajo de su mundo de yupi y consiguio centrarse en el lugar. A su lado habia una persona y muy importante en la aldea, era el Hokage, aunque en ese momento para el solo era un viejete con gorro rojo que imitaba a la perfeccion al Hokage, cosa muy frustrante para el, porque odiaba las replicas baratas y por eso dispuso en su mente un alegre comentario.
- Anda si es el gran jefazo, ¿que hara aqui en el parque? Dijo para si el joven Jotaro mientras miraba al Hokage.
Aunque fuera una replica, parecia conocer muy bien a sus gentes y a el lo habian tachado de niño, que claramente era eso exactamente. El chico despegando ampliamente los pies del suelo al andar se acerco al anciano Hokage que muy amigablemente le habia dirigido la palabra.
- Pues...la verdad...es... Dijo a modo de introduccion a lo que iba a contar a continuacion. - es que hoy, me he levantado temprano para ir con mi hermano, que es ninja y mola mazo, hacer footing y algunos ejercicios en casa y claro a esta hora mis amigos aun estan desayunando... Dijo el chico mientras con sus dedos indices se tocaban suavemente a poca distancia de su pecho.
El chico miro al suelo durante un momento y rapidamente con mucha gracia y salero, volvio a mirar al Hokage y a dirigirle la palabra.
- A que seguro que quiere ver lo que he estado haciendo esta mañana... Sin esperar respuesta, el chico comenzo hacer la sesion de las patadas, una patada a la rodilla, otra a la cadera y la otra al hombro de un hombre imaginario y asi unas cuantas veces, hasta que de nuevo su estabilidad no estuvo adecuadamente y volvio a caer al suelo, esta vez de tierra, manchandose los pantalones y de su boca salio un lastimero...
- Jooo...otra vez Dijo Jotaro.
- Anda si es el gran jefazo, ¿que hara aqui en el parque? Dijo para si el joven Jotaro mientras miraba al Hokage.
Aunque fuera una replica, parecia conocer muy bien a sus gentes y a el lo habian tachado de niño, que claramente era eso exactamente. El chico despegando ampliamente los pies del suelo al andar se acerco al anciano Hokage que muy amigablemente le habia dirigido la palabra.
- Pues...la verdad...es... Dijo a modo de introduccion a lo que iba a contar a continuacion. - es que hoy, me he levantado temprano para ir con mi hermano, que es ninja y mola mazo, hacer footing y algunos ejercicios en casa y claro a esta hora mis amigos aun estan desayunando... Dijo el chico mientras con sus dedos indices se tocaban suavemente a poca distancia de su pecho.
El chico miro al suelo durante un momento y rapidamente con mucha gracia y salero, volvio a mirar al Hokage y a dirigirle la palabra.
- A que seguro que quiere ver lo que he estado haciendo esta mañana... Sin esperar respuesta, el chico comenzo hacer la sesion de las patadas, una patada a la rodilla, otra a la cadera y la otra al hombro de un hombre imaginario y asi unas cuantas veces, hasta que de nuevo su estabilidad no estuvo adecuadamente y volvio a caer al suelo, esta vez de tierra, manchandose los pantalones y de su boca salio un lastimero...
- Jooo...otra vez Dijo Jotaro.
Jotaro- Gennin
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Fecha de inscripción : 14/08/2008
Re: El parque.
Los pajaritos se arremolinaban en el cielo buscando en conjunto un árbol al cual echarse a componer la melodía de todas las mañanas, con la armonía de los primeros olores de las cocinas del lugar. Una imagen muy usual pero no por ello menos maravillosa, era apreciada por el anciano meditabundo, casi con la concentración de un asesino a punto de matar, no obstante esos días ya habian quedado muy atras.
La voz ingenua y aguda del jovencito le hizo volver en sí, como traida por la brisa. Sin duda era un individuo que desprendía una energía y vitalidad increíbles, aún tan temprano ya había hecho los ejercicios matutinos de todo buen ninja como si los llevara haciendo toda su vida. Los gestos del Hokage tomaron una apariencia mucho mas calida y sonriente, casi con la alegría de quien ve el futuro de una persona feliz. - Jojojojo - Reía con fuerza el anciano apreciando la imagen de aquél desvivir del niño por su futuro como ninja, sin duda tenía habilidad para ser tan pequeño.
- No quieras aprender demasiado deprisa, concéntrate en hacer primero un movimiento a la perfección y luego ya verás como todo es mas facil - Relataba cálidamente el barbudo, que encendía su pipa casi por arte de magía, denotando la habilidad que tenía aquél experimentado individuo para la manipulación del fuego. Mientras con su mano hizo un gesto a un lado del asiento, incitándole al niño a que tomara poseción de ese lugar, a su lado.
Y se quedó pensativo, ensimismado aún por la naturaleza viva despertándose...
La voz ingenua y aguda del jovencito le hizo volver en sí, como traida por la brisa. Sin duda era un individuo que desprendía una energía y vitalidad increíbles, aún tan temprano ya había hecho los ejercicios matutinos de todo buen ninja como si los llevara haciendo toda su vida. Los gestos del Hokage tomaron una apariencia mucho mas calida y sonriente, casi con la alegría de quien ve el futuro de una persona feliz. - Jojojojo - Reía con fuerza el anciano apreciando la imagen de aquél desvivir del niño por su futuro como ninja, sin duda tenía habilidad para ser tan pequeño.
- No quieras aprender demasiado deprisa, concéntrate en hacer primero un movimiento a la perfección y luego ya verás como todo es mas facil - Relataba cálidamente el barbudo, que encendía su pipa casi por arte de magía, denotando la habilidad que tenía aquél experimentado individuo para la manipulación del fuego. Mientras con su mano hizo un gesto a un lado del asiento, incitándole al niño a que tomara poseción de ese lugar, a su lado.
Y se quedó pensativo, ensimismado aún por la naturaleza viva despertándose...
Hokage- Hokage
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Fecha de inscripción : 13/08/2008
Re: El parque.
Jotaro despues del revolcon y del comprendido enfado por no poder hacerlo bien muchas veces seguidas, se levanto aun con el enfado en la cara, pero el Gran Jefazo, como el mismo lo llamaba le daba animos, le explicaba que debia aprender el movimiento antes de enlazarlo o algo parecido, es decir que debia practicar mas veces el golpe al hombro para hacer correctamente el ejercicio de repeticiones de patadas y el chico como respuesta a ello se puso recto como un militar, se inclino y grito a modo de aprobacion.
- OOOOSU. [El significado de esto es por asi decirlo como entendido o gracias o vete tu a saber que, pero lo he visto varias veces en algunas series, que lo hace despues de un entrenamiento o enseñanza]
El joven Jotaro con gracia termino su pequeña actuacion que desperto a casi todos los pajaros de la zona que aun dormitaban en sus nidos, incluso uno que decia abiertamente y a voz limpia. - Ajó...ajó. Graznaba mientras salia volando despedido de los arboles.
El Gran Jefazo le invito a tomar asiento a su lado, eso era un gran honor para un joven entusiasta como el que con mucha calma dio un salto hacia el asiento y con un sonoro. -Alejop. Se subio al asiento esperando que algo pasara pero no sucedio, simplemente era un asiento, no tenia nada que ocurrir, salvo el porque queria que el Gran Jefazo queria que se sentara a su lado, tal vez le quisiera contarle un secreto o vete tu a saber, asi que con una mirada alegre y con una pizca de inocencia espero a que el Gran Jefazo hablara.
- OOOOSU. [El significado de esto es por asi decirlo como entendido o gracias o vete tu a saber que, pero lo he visto varias veces en algunas series, que lo hace despues de un entrenamiento o enseñanza]
El joven Jotaro con gracia termino su pequeña actuacion que desperto a casi todos los pajaros de la zona que aun dormitaban en sus nidos, incluso uno que decia abiertamente y a voz limpia. - Ajó...ajó. Graznaba mientras salia volando despedido de los arboles.
El Gran Jefazo le invito a tomar asiento a su lado, eso era un gran honor para un joven entusiasta como el que con mucha calma dio un salto hacia el asiento y con un sonoro. -Alejop. Se subio al asiento esperando que algo pasara pero no sucedio, simplemente era un asiento, no tenia nada que ocurrir, salvo el porque queria que el Gran Jefazo queria que se sentara a su lado, tal vez le quisiera contarle un secreto o vete tu a saber, asi que con una mirada alegre y con una pizca de inocencia espero a que el Gran Jefazo hablara.
Jotaro- Gennin
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Fecha de inscripción : 14/08/2008
Re: El parque.
Eran las nueve de la mañana, Kaizen había quedado con Tetsui para entrenar ese mismo día, aunque dos horas antes y el chico aun estaba durmiendo. Ayumi (la madre de Kaizen) no lo había despertado aun porque le veía muy feliz durmiendo, pero al ver la hora que era, entró en su habitación y le dió unos cuantos golpecitos en el hombro para que Kaizen comenzara a despertarse y comenzara a afrontar un nuevo y soleado día. Al despertar, Kaizen notó que la temperatura del día era ideal porque aun haciendo un poco de calor, en la calle hacia una agradable brisa que daba sensación de frescor y que entraba por la ventana de la habitación del chico situada en la segunda planta de la casa.
Cuando ya por fin se desperezó, Kaizen se levantó con mucho entusiasmo sabiendo que dentro de poco se iría a entrenar, pero al ver la hora que era, le entraron las prisas por vestirse ya que llegaba dos horas tarde a la cita y posiblemente su amigo ya no estaría esperando. Aun sabiendo que no estaría esperando, el chico pensó en que debería ir por lo menos para confirmar que no estaba y luego se dirigiría hacia la casa donde vivía para disculparse por haberse dormido. Se quitó el pijama y se puso la ropa que se ponía normalmente a la velocidad del rayo, después se fue a la planta de abajo para coger algo que comer y por último se fue corriendo de su casa y del barrio donde vivía para llegar lo más rápido al lugar donde quedó con su amigo y hacerlo todo lo más rápido que pudiera para no perder más tiempo si al final se iba a entrenar.
De camino al lugar, Kaizen pasó por al lado de unos cuantos establecimientos donde la gente le conocía ya que pasaba mucho por allí y después de fijarse que ya hacia tiempo que estaban abiertos y de unos cuantos intercambios de saludos con los propietarios de esos establecimientos, él volvió a lo que iba y siguió su camino hasta llegar a un gran árbol que era el sitio donde habían quedado.
El sitio estaba compuesto por unos cuantos árboles de diferentes tamaños y unos cuantos bancos donde la gente solía conversar sentada mientras veían a sus hijos o nietos correr de lado a lado jugando con sus amiguitos utilizando todo el espacio que tenían que no era escaso. Ahora mismo no había nadie, seguramente porque los mayores estarían trabajando y los niños estarían aun despertandose de un largo sueño que a durado toda la noche. Al acercarse Kaizen al árbol, como él sabía, no había nadie esperando, y después de quedarse allí durante cinco minutos por si acaso aparecía alguien, se giró y comenzó a correr de nuevo hasta llegar a casa de Tetsui y pedir disculpas por haberse dormido.
Al llegar, pasó primero por la puerta principal de entrada, después siguió por un camino de piedras que iba haciendo zig-zag hasta llegar a la puerta de la casa y que estaba rodeado de un césped que estaba muy bien cuidado, y finalmente llegó ante una puerta marrón poco adornada que con solo golpearla el ruido se expandía por toda la casa. En cuanto Kaizen se encontró delante de la puerta tocó unas cuentas veces, pero como no vió que nadie se disponía a abrirle, con la cabeza agachada se giró, pero cuando ya se iba a ir, se fijó en el suelo y vió que había una nota. Al verla, Kaizen se agachó, la cogió y comenzó a leerla: "Lo sentimos, pero no estamos en casa, hemos salido de viaje para tres días, sentimos las molestías." Leyó la nota atentamente y luego pensó en que hoy seguramente o tendría que entrenar solo o se iría al parque a ver si había alguno de sus otros amigos para entretenerse con ellos.
Después de volver a salir de aquella casa por el mismo sitio por donde había entrado, se dirigió hacia el parque con un caminar mucho más tranquilo de como había estado yendo toda la mañana. Pasó por otros establecimientos donde también conocía a sus propietarios, y después de pararse esta vez para hablar con dos, los cuales eran muy amigos de sus padres, volvió a caminar hasta llegar al parque. Este sitio era donde había pasado muchos días jugando con sus amigos y donde a veces había entrenado con Tetsui, era bastante amplio y habían muchos árboles altos, los cuales servían para estar en la sombra en los días calurosos. Caminando por el parque, llegó a un lugar por el que no había pasado muchas veces y en el que vió a dos personas sentadas en un banco, uno era un niño más o menos de su edad y la otra persona Kaizen no pudo reconocerla hasta que no se acercó un poco más. Al final, Kaizen quiso saber quienes eran por si acaso eran sus amigos, asi que se fue acercando poco a poco escondiendose de árbol en árbol para darles un susto, pero cuando se acercó lo suficiente y observó a las dos personas, se dió cuenta de que al niño no lo conocía, pero que la otra persona era el gran Hokage, la persona que organizaba la villa con ayuda de sus consejeros. Al principio, Kaizen no pudo hacer nada más que asombrarse de ser esta la primera vez que le veía en persona, así que se quedó allí escondido aun sin darse cuenta de ello y algo nervioso por la presencia de un alto cargo de la villa mientras se preguntaba: ("¿Vaya, que hago ahora?")
Cuando ya por fin se desperezó, Kaizen se levantó con mucho entusiasmo sabiendo que dentro de poco se iría a entrenar, pero al ver la hora que era, le entraron las prisas por vestirse ya que llegaba dos horas tarde a la cita y posiblemente su amigo ya no estaría esperando. Aun sabiendo que no estaría esperando, el chico pensó en que debería ir por lo menos para confirmar que no estaba y luego se dirigiría hacia la casa donde vivía para disculparse por haberse dormido. Se quitó el pijama y se puso la ropa que se ponía normalmente a la velocidad del rayo, después se fue a la planta de abajo para coger algo que comer y por último se fue corriendo de su casa y del barrio donde vivía para llegar lo más rápido al lugar donde quedó con su amigo y hacerlo todo lo más rápido que pudiera para no perder más tiempo si al final se iba a entrenar.
De camino al lugar, Kaizen pasó por al lado de unos cuantos establecimientos donde la gente le conocía ya que pasaba mucho por allí y después de fijarse que ya hacia tiempo que estaban abiertos y de unos cuantos intercambios de saludos con los propietarios de esos establecimientos, él volvió a lo que iba y siguió su camino hasta llegar a un gran árbol que era el sitio donde habían quedado.
El sitio estaba compuesto por unos cuantos árboles de diferentes tamaños y unos cuantos bancos donde la gente solía conversar sentada mientras veían a sus hijos o nietos correr de lado a lado jugando con sus amiguitos utilizando todo el espacio que tenían que no era escaso. Ahora mismo no había nadie, seguramente porque los mayores estarían trabajando y los niños estarían aun despertandose de un largo sueño que a durado toda la noche. Al acercarse Kaizen al árbol, como él sabía, no había nadie esperando, y después de quedarse allí durante cinco minutos por si acaso aparecía alguien, se giró y comenzó a correr de nuevo hasta llegar a casa de Tetsui y pedir disculpas por haberse dormido.
Al llegar, pasó primero por la puerta principal de entrada, después siguió por un camino de piedras que iba haciendo zig-zag hasta llegar a la puerta de la casa y que estaba rodeado de un césped que estaba muy bien cuidado, y finalmente llegó ante una puerta marrón poco adornada que con solo golpearla el ruido se expandía por toda la casa. En cuanto Kaizen se encontró delante de la puerta tocó unas cuentas veces, pero como no vió que nadie se disponía a abrirle, con la cabeza agachada se giró, pero cuando ya se iba a ir, se fijó en el suelo y vió que había una nota. Al verla, Kaizen se agachó, la cogió y comenzó a leerla: "Lo sentimos, pero no estamos en casa, hemos salido de viaje para tres días, sentimos las molestías." Leyó la nota atentamente y luego pensó en que hoy seguramente o tendría que entrenar solo o se iría al parque a ver si había alguno de sus otros amigos para entretenerse con ellos.
Después de volver a salir de aquella casa por el mismo sitio por donde había entrado, se dirigió hacia el parque con un caminar mucho más tranquilo de como había estado yendo toda la mañana. Pasó por otros establecimientos donde también conocía a sus propietarios, y después de pararse esta vez para hablar con dos, los cuales eran muy amigos de sus padres, volvió a caminar hasta llegar al parque. Este sitio era donde había pasado muchos días jugando con sus amigos y donde a veces había entrenado con Tetsui, era bastante amplio y habían muchos árboles altos, los cuales servían para estar en la sombra en los días calurosos. Caminando por el parque, llegó a un lugar por el que no había pasado muchas veces y en el que vió a dos personas sentadas en un banco, uno era un niño más o menos de su edad y la otra persona Kaizen no pudo reconocerla hasta que no se acercó un poco más. Al final, Kaizen quiso saber quienes eran por si acaso eran sus amigos, asi que se fue acercando poco a poco escondiendose de árbol en árbol para darles un susto, pero cuando se acercó lo suficiente y observó a las dos personas, se dió cuenta de que al niño no lo conocía, pero que la otra persona era el gran Hokage, la persona que organizaba la villa con ayuda de sus consejeros. Al principio, Kaizen no pudo hacer nada más que asombrarse de ser esta la primera vez que le veía en persona, así que se quedó allí escondido aun sin darse cuenta de ello y algo nervioso por la presencia de un alto cargo de la villa mientras se preguntaba: ("¿Vaya, que hago ahora?")
Kaizen Uchiha- Gennin
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Fecha de inscripción : 14/08/2008
Localización : Detrás de los que están detrás de ti ¬¬
Re: El parque.
Y allí se hallaban las dos almas reposando en uno de los ínfimos bancos de la aldea. El anciano, y la esperanza de futuro, compartiendo una misma visión, como si la experiencia o el tiempo no hicieran mella en la simple mirada de aquél parque. Los dos podían ver lo mismo, sentir lo mismo, la edad no tenía nada que ver.
- Hijo, ¿ves aquellos patitos revoloteando en el agua? - Esbozaba el arrugado hombre refiriéndose a un grupito de patitos pequeñitos que aún no sabían volar, a pesar de ello su instinto les incitaba a practicar y seguir haciéndolo. - Desde que nacen se entregan a la idea de aprender a volar, lo llevan en su sangre, ese es su destino - Decía con la profundidad de un cubo de agua el individuo de barba prominente.
Estaba mas que claro la similitud que pretendía hacer con el camino de un ninja, pero no estaba seguro de que el chico lo fuera a pillar a la primera. Era mejor que se quedara con esa frase y la recordara hasta que tuviera la suficiente sabiduría para comprenderla en todo su esplendor. Sin duda es un chico muy enérgico, seguía pensativo mientras echaba una ojeada a aquellos ojos grisáceos que desprendía alegría y pasión por lo que fuere.
Pero la meditabunda conversación de aquellos dos espectadores de la naturaleza fue interrumpida por una violenta ventisca. Esta tomo forma de hombre al llegar frente al Hokage, se trataba de uno de los ANBUs al servicio secreto del Hokage, velando por su protección y seguridad. - Hokage-sama, por favor... - Quiso terminar la frase el hombre de máscara blanquecina con forma de gato narigudo, pero fue interrumpido por la voz grave y tranquilizadora del anciano. - Lo se, lo se - Decía con la intuición o la costumbre de ya saber lo que le venían a decir.
Y se levantó como quien en contra de su voluntad tiene que hacer un esfuerzo por olvidar aquello que le hubiera gustado seguir haciendo. Y girándose para cruzarse la mirada del jovencito que aún se hallaba sentado relató - Y recuerda, nunca estarás solo, simplemente tienes que saber a hacia donde mirar - mirando hacia la posición escondida del tercer presente, protegido por uno de los grandes troncos de los árboles.
Y por arte de magia pensaría cualquiera, el ANBU y el gran Hokage se desvanecieron en un conjunto de hojas arremolinadas a su entorno. Dejando aquél lugar para los recuerdos de su ya cansada memoria. Esos chicos eran el futuro...
- Hijo, ¿ves aquellos patitos revoloteando en el agua? - Esbozaba el arrugado hombre refiriéndose a un grupito de patitos pequeñitos que aún no sabían volar, a pesar de ello su instinto les incitaba a practicar y seguir haciéndolo. - Desde que nacen se entregan a la idea de aprender a volar, lo llevan en su sangre, ese es su destino - Decía con la profundidad de un cubo de agua el individuo de barba prominente.
Estaba mas que claro la similitud que pretendía hacer con el camino de un ninja, pero no estaba seguro de que el chico lo fuera a pillar a la primera. Era mejor que se quedara con esa frase y la recordara hasta que tuviera la suficiente sabiduría para comprenderla en todo su esplendor. Sin duda es un chico muy enérgico, seguía pensativo mientras echaba una ojeada a aquellos ojos grisáceos que desprendía alegría y pasión por lo que fuere.
Pero la meditabunda conversación de aquellos dos espectadores de la naturaleza fue interrumpida por una violenta ventisca. Esta tomo forma de hombre al llegar frente al Hokage, se trataba de uno de los ANBUs al servicio secreto del Hokage, velando por su protección y seguridad. - Hokage-sama, por favor... - Quiso terminar la frase el hombre de máscara blanquecina con forma de gato narigudo, pero fue interrumpido por la voz grave y tranquilizadora del anciano. - Lo se, lo se - Decía con la intuición o la costumbre de ya saber lo que le venían a decir.
Y se levantó como quien en contra de su voluntad tiene que hacer un esfuerzo por olvidar aquello que le hubiera gustado seguir haciendo. Y girándose para cruzarse la mirada del jovencito que aún se hallaba sentado relató - Y recuerda, nunca estarás solo, simplemente tienes que saber a hacia donde mirar - mirando hacia la posición escondida del tercer presente, protegido por uno de los grandes troncos de los árboles.
Y por arte de magia pensaría cualquiera, el ANBU y el gran Hokage se desvanecieron en un conjunto de hojas arremolinadas a su entorno. Dejando aquél lugar para los recuerdos de su ya cansada memoria. Esos chicos eran el futuro...
Hokage- Hokage
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Re: El parque.
Mientras el pequeño Jotaro estaba sentado en su asiento balanzeaba sus pies arriba y abajo, como si fuera un balancin y por gracioso que fuera el por dentro de mondaba de aquella estupidez, seguro el Gran Jefaozo, pensaba que aquel chico era estupido o cualquier cosa por el estilo, pero aun asi seguia hablando y Jotaro como tal asientiendo la cabeza como un bobo como si lo que estuviera diciendo no fuera importante, al menos para el no.
-Ajam, si los veo, peroooo....no lo entiendo. Dijo el chico hinchando los mofletes.
Sin esperarlo un golpe de viento aparecio alli, saliendo de el un tio con cabeza gato pudiese ser. Era algo muy raro, aquel hombre aparte de tener la cara de gato, la tenia pintada a lo Kabubi, cosa aun mas extraña y absurda que antes, el chico señalaba al ANBU en vez de estar pendiente de las palabras.
Sin duda aquel hombre gato, habia captado la atencion mas incluso que el Gran Jefazo, que se levanto y volvio a dirigirle unas palabras raras, como si lo que hubiera dicho antes tuviera alguna relacion con lo que ahora decia el viejo, seguramente seria cierto, pero como Jotaro era un tanto despistado pues que se le iba hacer. El mismo Gran Jefazo, le indico un lugar a donde mirar, pero el no veia nada, solo un arbol muy gordo y detras....otro mas, no sabia porque pero le estaba engañando el Gran Jefazo, y Jotaro empezo a pensar que el viejo ya estaba chocheando.
Tal y como vino el hombre gato, se marcho junto con el Gran Jefazo, seguro que era su guardian y no le dejaban jugar con las demas personas, ese hombre gato, era muy malvado. Nuevamente el chico de pelo descolorido, se quedo a solas, el y los patos del estanque.
- Que petardo es el hombre gato y de nuevo sin nada que hacer, me voy aburrir. Dijo el chico sentado y balanceando los pies arriba y abajo.
-Ajam, si los veo, peroooo....no lo entiendo. Dijo el chico hinchando los mofletes.
Sin esperarlo un golpe de viento aparecio alli, saliendo de el un tio con cabeza gato pudiese ser. Era algo muy raro, aquel hombre aparte de tener la cara de gato, la tenia pintada a lo Kabubi, cosa aun mas extraña y absurda que antes, el chico señalaba al ANBU en vez de estar pendiente de las palabras.
Sin duda aquel hombre gato, habia captado la atencion mas incluso que el Gran Jefazo, que se levanto y volvio a dirigirle unas palabras raras, como si lo que hubiera dicho antes tuviera alguna relacion con lo que ahora decia el viejo, seguramente seria cierto, pero como Jotaro era un tanto despistado pues que se le iba hacer. El mismo Gran Jefazo, le indico un lugar a donde mirar, pero el no veia nada, solo un arbol muy gordo y detras....otro mas, no sabia porque pero le estaba engañando el Gran Jefazo, y Jotaro empezo a pensar que el viejo ya estaba chocheando.
Tal y como vino el hombre gato, se marcho junto con el Gran Jefazo, seguro que era su guardian y no le dejaban jugar con las demas personas, ese hombre gato, era muy malvado. Nuevamente el chico de pelo descolorido, se quedo a solas, el y los patos del estanque.
- Que petardo es el hombre gato y de nuevo sin nada que hacer, me voy aburrir. Dijo el chico sentado y balanceando los pies arriba y abajo.
Jotaro- Gennin
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Re: El parque.
Kaizen estuvo escondido un buen rato detrás del árbol, primero no le dió importancia a la conversación entre el chico y el hokage, pero luego, pensando en que esa mañana ya estaba más o menos perdida en el ámbito del entrenamiento, decidió en ver que era lo que hacía una persona como el hokage justo en el parque que era el sitio donde se reunían los niños para jugar. Después de un rato observando y escuchando, no obtuvo ninguna respuesta de que hacía aquel señor viejo en un lugar como este, y el chico decidió en salir para saludar a las dos personas para que por lo menos si le encontraran no le culparan de haber estado espiandoles.
Cuando casi tenía Kaizen el cuerpo fuera del árbol que lo ocultaba, un remolino de hojas arrastrado por una persona apareció delante del maestro hokage, y después de que ante este apareciera una unidad ANBU con su respectiva máscara que ocultaba su verdadera identidad, Kaizen se ocultó otra vez rápidamente detrás del árbol por dos razones: una, por el susto que le había dado la repentina aparición y dos, por curiosidad, para saber que ocurría sin que le vieran. Al ver frustrado su intención de informarse y oir como el ANBU y el hokage se largaban de la misma forma que había aparecido el ANBU, Kaizen se quedó un rato allí levantado sin hacer nada y sin saber muy bien tampoco que hacer.
Al oir de repente un comentario de aburrimiento por parte del chico que acompañaba al hokage y al ver Kaizen que no tenía nada que hacer durante esa mañana, este decidió que lo mejor sería salir ya de detrás del árbol y saludar a la otra persona. Finalmente salió del árbol y se acercó hacia el niño, y después de esperar para ver cual era la reacción de este por ver que alguien salía del lugar donde antes había mirado el hokage como descubriendo que había alguien más allí, Kaizen le saludo de forma simpática intentando hacerse otro amigo:
-Hola ¿Qué tal? Soy Kaizen Uchiha.
Una vez dicho esto, Kaizen extendió la mano como forma de saludo para que el otro chico se la encajara aceptando el saludo y presentandose de la misma forma. Mientras Kaizen esperaba a que el chico se la encajara, este se fijo en la otra persona observando que era más o menos de su misma medida y de que este tenía también más o menos su misma edad.
Cuando casi tenía Kaizen el cuerpo fuera del árbol que lo ocultaba, un remolino de hojas arrastrado por una persona apareció delante del maestro hokage, y después de que ante este apareciera una unidad ANBU con su respectiva máscara que ocultaba su verdadera identidad, Kaizen se ocultó otra vez rápidamente detrás del árbol por dos razones: una, por el susto que le había dado la repentina aparición y dos, por curiosidad, para saber que ocurría sin que le vieran. Al ver frustrado su intención de informarse y oir como el ANBU y el hokage se largaban de la misma forma que había aparecido el ANBU, Kaizen se quedó un rato allí levantado sin hacer nada y sin saber muy bien tampoco que hacer.
Al oir de repente un comentario de aburrimiento por parte del chico que acompañaba al hokage y al ver Kaizen que no tenía nada que hacer durante esa mañana, este decidió que lo mejor sería salir ya de detrás del árbol y saludar a la otra persona. Finalmente salió del árbol y se acercó hacia el niño, y después de esperar para ver cual era la reacción de este por ver que alguien salía del lugar donde antes había mirado el hokage como descubriendo que había alguien más allí, Kaizen le saludo de forma simpática intentando hacerse otro amigo:
-Hola ¿Qué tal? Soy Kaizen Uchiha.
Una vez dicho esto, Kaizen extendió la mano como forma de saludo para que el otro chico se la encajara aceptando el saludo y presentandose de la misma forma. Mientras Kaizen esperaba a que el chico se la encajara, este se fijo en la otra persona observando que era más o menos de su misma medida y de que este tenía también más o menos su misma edad.
Kaizen Uchiha- Gennin
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Re: El parque.
- Eres aburrido, que aburrido, me aburro, no hay nada interesante....ME ABURROOO Gritaba el chico que sentado en su asiento seguia balanceando sus pies.
Como escuchado por el cielo, una figura se dejaba entrever cerca de los arboles, en la misma direccion que el Gran Jefazo habia dicho y donde el poco despues consiguio no ver absolutamente nada, pues de ahi una figura de un niño, o eso parecia ser, salia y se dirigia lentamente hacia Jotaro que no perdia de vista al nuevo integrante del momento "Me aburro como un pepino de mar".
El chico que salia de su escondite, con mucha frescura se presento como si el mismo fuera hacer lo mismo, aunque eso era lo que habia que hacer para hacer amiguetes, y ademas la situacion lo requeria. El chico se levanto con mucha elegancia, osease, empulsandose del asiento hasta caer en pie cerca del posible nuevo amigo de Jotaro.
- Takahashi Jotaro, encantadoooooo Dijo acentuando la "O" de la ultima palabra o quizas alargandola mas de lo necesario.
Jotaro le estrecho la mano, como recien nuevo amiguete, aunque eso de darse la mano estaba ya un poco anticuado por lo menos para el y la gente de su edad, a lo mejor con un golpe en el hombro seria suficiente bastaria, pero no se arriesgaria hacerlo, que falta de educacion seria esa si no le gustaba al chico nuevo.
- Nunca te he visto por aqui y eso que vengo cuando me aburro. La continua palabreria con ese desafiante niño, Jotaro, hacia sin parar a grito pelado como con las palabras "me aburro" era sin duda la frase del dia y seguramente lo llevaria a concurso si se pudiese.
Como escuchado por el cielo, una figura se dejaba entrever cerca de los arboles, en la misma direccion que el Gran Jefazo habia dicho y donde el poco despues consiguio no ver absolutamente nada, pues de ahi una figura de un niño, o eso parecia ser, salia y se dirigia lentamente hacia Jotaro que no perdia de vista al nuevo integrante del momento "Me aburro como un pepino de mar".
El chico que salia de su escondite, con mucha frescura se presento como si el mismo fuera hacer lo mismo, aunque eso era lo que habia que hacer para hacer amiguetes, y ademas la situacion lo requeria. El chico se levanto con mucha elegancia, osease, empulsandose del asiento hasta caer en pie cerca del posible nuevo amigo de Jotaro.
- Takahashi Jotaro, encantadoooooo Dijo acentuando la "O" de la ultima palabra o quizas alargandola mas de lo necesario.
Jotaro le estrecho la mano, como recien nuevo amiguete, aunque eso de darse la mano estaba ya un poco anticuado por lo menos para el y la gente de su edad, a lo mejor con un golpe en el hombro seria suficiente bastaria, pero no se arriesgaria hacerlo, que falta de educacion seria esa si no le gustaba al chico nuevo.
- Nunca te he visto por aqui y eso que vengo cuando me aburro. La continua palabreria con ese desafiante niño, Jotaro, hacia sin parar a grito pelado como con las palabras "me aburro" era sin duda la frase del dia y seguramente lo llevaria a concurso si se pudiese.
Jotaro- Gennin
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Re: El parque.
El chico al que Kaizen se presentó, se levantó de un salto y mientras le estrechaba la mano a este, el chico le dijo que se llamaba Jotaro Takahashi. Después de las presentaciones y eso, Jotaro comentó que nunca le había visto por este sitio, aunque realmente Kaizen si venía mucho por aqui puesto que era el lugar donde quedaba con amiguitos de su edad para jugar con ellos y donde entrenaba con Tetsui haciendo varias clases de pruebas que se ponían ellos solos.
-Pues será que tal vez vengas poco porque por aqui es donde yo suelo venir para jugar, entrenar y conocer amigos...
Kaizen seguía observando al chico y mientras veía todos sus rasgos que le diferenciaban de él como ese pelo grisaseo más característico de las personas mayores como el hokage, pensó que a ese chico le aburría mucho el no hacer nada, y claro, el no hacer nada para unos niños como lo eramos nosotros era bastante desesperante, frustante y... aburrido como lo llamaba Jotaro.
-Por cierto, una pregunta ¿Por qué te aburres tanto? Por este sitio hay un montón de cosas que se puede hacer para entretenerse, solo hay que tener imaginación y... alguien con quien hacerlo.
Dicho esto, Kaizen se giró un momento para observar el terreno que rodeaba a los dos niños, y vió como un camino se extendía a sus espaldas hasta llegar a lo lejos al comienzo del césped que rodeaba el camino. El comienzo del césped tenía un par de árboles dejando entre ellos una distancia de tres o cuatro metros. Kaizen pensó en hacer una carrera para quitar el aburrimiento, y mientras con el pie hacia algo parecido a una línea de salida, miró a Jotaro y le propuso lo que pensaba:
-¿Que te parece si para quitarte ese aburrimiento que dices que tienes hacemos una carrera desde aqui hasta aquellos dos árboles?- Dijo señalandolos con el dedo- No creo que nos haga daño y podría entretenernos, aparte de entrenarnos ¿No?
-Pues será que tal vez vengas poco porque por aqui es donde yo suelo venir para jugar, entrenar y conocer amigos...
Kaizen seguía observando al chico y mientras veía todos sus rasgos que le diferenciaban de él como ese pelo grisaseo más característico de las personas mayores como el hokage, pensó que a ese chico le aburría mucho el no hacer nada, y claro, el no hacer nada para unos niños como lo eramos nosotros era bastante desesperante, frustante y... aburrido como lo llamaba Jotaro.
-Por cierto, una pregunta ¿Por qué te aburres tanto? Por este sitio hay un montón de cosas que se puede hacer para entretenerse, solo hay que tener imaginación y... alguien con quien hacerlo.
Dicho esto, Kaizen se giró un momento para observar el terreno que rodeaba a los dos niños, y vió como un camino se extendía a sus espaldas hasta llegar a lo lejos al comienzo del césped que rodeaba el camino. El comienzo del césped tenía un par de árboles dejando entre ellos una distancia de tres o cuatro metros. Kaizen pensó en hacer una carrera para quitar el aburrimiento, y mientras con el pie hacia algo parecido a una línea de salida, miró a Jotaro y le propuso lo que pensaba:
-¿Que te parece si para quitarte ese aburrimiento que dices que tienes hacemos una carrera desde aqui hasta aquellos dos árboles?- Dijo señalandolos con el dedo- No creo que nos haga daño y podría entretenernos, aparte de entrenarnos ¿No?
Kaizen Uchiha- Gennin
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Re: El parque.
- Sobre todo para entrenar...seguramente vendras a las primeras horas del dia cuando los unicos amigos que puedes hacer son gorriones....pero bueno no te culpo por ello. Dijo Jotaro con sus dos manos ahora puestas de nuevo en la cabeza como si se la estuviera sujetando para que no volcara para atras.
Aquel chico era un tanto raro, decia que estaba alli casi siempre, para jugar, entrenarse y hacer amigos y asi no lo veia Jotaro, el cual pasaba 7 de las 12 horas del dia en el parque, salvo las horas que esta haciendo alguna cosa especifica en casa cosa que en estos momentos deberia estar haciendo. Ademas seguro que ese chico solo venia por las mañanas temprano cuando solo los perros y los gorriones estaban despiertos y dando guerra.
- Me aburro tanto, porque todas las cosas de este parque son aburridas cuando no hay una pelota de por medio o un viejo que te cuente historias, si no hay de eso, me aburro... Solto el chico con total normalidad y mas sabiendo lo que pasaria despues de aquello, aquel nuevo amiguito se perdia cada vez mas en el horizonte despues de todos los comentarios que habia hecho acerca de el o de parque.
El Uchiha parecia un buen chaval, pero mejor que Jotaro nadie, o eso pensaba el. Kaizen, que era asi como se llamaba el hijo del clan de la policia de Konoha, le propuso una carrera hasta unos arboles, cosa que no contento demasiado, o nada, a Jotaro que siempre ponia sus reglas daba igual quien fuera el que estuviera delante, ya fuera un gato o su abuelo o mismamente su padre.
- Ahhhh!!! eso es aun mas aburrido que quedarse de pie aqui, ademas los entrenamientos son para las primeras horas del dia no ahora ya entrada la tarde... Todo lo que dijo el joven Jotaro era mentira, aun era temprano pero cualquier excusa valia para pasar del tema de la carrera.
Sin duda Jotaro no queria correr, aunque se le habia ocurrido una idea mejor, pero el problema era que su gran idea estaba en la otra punta de la aldea y tenian que cruzar toda la aldea, pero seria una autentica experiencia y por supuesto algo divertido.
- Olvidemonos de la carrera, se de otra cosa mucho mas divertida y que ademas nos servira para entrenar...¿vienes? Dijo Jotaro mientras se ponia en marcha a ese lugar tan agradable y por supuesto un lugar de entrenamiento o por lo menos su estilo de entrenamiento.
¿Donde llevara el Joven Jotaro a su nuevo amigacho? ¿Sera algun lugar cerca de la montaña sagrada? ¿Un balneario? ¿O la seccion C de entramiento? Todo y mucho mas en el proximo post.
Aquel chico era un tanto raro, decia que estaba alli casi siempre, para jugar, entrenarse y hacer amigos y asi no lo veia Jotaro, el cual pasaba 7 de las 12 horas del dia en el parque, salvo las horas que esta haciendo alguna cosa especifica en casa cosa que en estos momentos deberia estar haciendo. Ademas seguro que ese chico solo venia por las mañanas temprano cuando solo los perros y los gorriones estaban despiertos y dando guerra.
- Me aburro tanto, porque todas las cosas de este parque son aburridas cuando no hay una pelota de por medio o un viejo que te cuente historias, si no hay de eso, me aburro... Solto el chico con total normalidad y mas sabiendo lo que pasaria despues de aquello, aquel nuevo amiguito se perdia cada vez mas en el horizonte despues de todos los comentarios que habia hecho acerca de el o de parque.
El Uchiha parecia un buen chaval, pero mejor que Jotaro nadie, o eso pensaba el. Kaizen, que era asi como se llamaba el hijo del clan de la policia de Konoha, le propuso una carrera hasta unos arboles, cosa que no contento demasiado, o nada, a Jotaro que siempre ponia sus reglas daba igual quien fuera el que estuviera delante, ya fuera un gato o su abuelo o mismamente su padre.
- Ahhhh!!! eso es aun mas aburrido que quedarse de pie aqui, ademas los entrenamientos son para las primeras horas del dia no ahora ya entrada la tarde... Todo lo que dijo el joven Jotaro era mentira, aun era temprano pero cualquier excusa valia para pasar del tema de la carrera.
Sin duda Jotaro no queria correr, aunque se le habia ocurrido una idea mejor, pero el problema era que su gran idea estaba en la otra punta de la aldea y tenian que cruzar toda la aldea, pero seria una autentica experiencia y por supuesto algo divertido.
- Olvidemonos de la carrera, se de otra cosa mucho mas divertida y que ademas nos servira para entrenar...¿vienes? Dijo Jotaro mientras se ponia en marcha a ese lugar tan agradable y por supuesto un lugar de entrenamiento o por lo menos su estilo de entrenamiento.
¿Donde llevara el Joven Jotaro a su nuevo amigacho? ¿Sera algun lugar cerca de la montaña sagrada? ¿Un balneario? ¿O la seccion C de entramiento? Todo y mucho mas en el proximo post.
Jotaro- Gennin
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Re: El parque.
Rabia, eso era lo que sentía Kaizen al ver que Jotaro lo insultó de una forma un tanto indirecta ¿Acaso lo estaba llamando aburrido? Pero todos esos sentimientos de odio se fueron al oir de nuevo que el chico volvía a mencionar las palabras "Me aburro". Lo primero que hizo Kaizen fue escuchar al joven, y como no, después de volver a oir que no paraba de repetir una y otra y... otra vez las mismas palabras pensó que al final de todo cada vez que las oyera acabaría acordandore del chaval que tenía enfrente y eso estremeció a Kaizen.
-¿Te aburre una carrera de entrenamiento e incluso te divierte más escuchar viejas batallitas de las personas más mayores? La verdad, no te entiendo chico...
Las historias que le contaban las personas más mayores de dentro del clan Uchiha a Kaizen siempre le habían interesado e incluso le habían llegado a emocionar tanto, que fueran esas historias verdaderas o falsas, al tratar sobre la gente de su clan, gente a la que admiraba por haber sido antes ninjas y por encima de todo, gente que parecía a simple vista muy amable y muy buenas personas, Kaizen siempre los escuchaba y se adentraba en esas historias como si fuera el protagonista de estas. Pero, lo que estaba claro para Kaizen, es que para él no había nada mejor que realizar un buen entrenamiento para poder mejorar, y llegar a ser un día un ninja muy experimentado el cual tuviera historias para contarles a los más jovenes y que llegara a servirles a algunos de ejemplo para seguir en su camino.
Retomando la conversación con Jotaro de nuevo, Kaizen se dió cuenta de que se había perdido de algunas palabras que había dicho el chico porque estaba distraido con sus pensamientos, pero volvió justo para poder escuchar que el chico le ofrecía un nuevo sitio a donde ir para poder divertirnos y entrenar. Kaizen sin pensarselo más de una vez, dijo con una sonrisa mientras notaba que una leve y agradable brisa se comenzaba a levantar:
-¿Una cosa mucho más divertida? Esta bien, iré, espero que no me decepcione.
Kaizen se giró, hacia un lado, luego se giró hacia el otro y sin saber donde ir se volvió de nuevo hacia Jotaro, el cual si que sabía por donde se iba a ese lugar de entrenamiento y diversión, y con la mano rascandose la parte trasera de la cabeza le preguntó por la ubicación del lugar:
-Emmmm, ¿Por donde es?
-¿Te aburre una carrera de entrenamiento e incluso te divierte más escuchar viejas batallitas de las personas más mayores? La verdad, no te entiendo chico...
Las historias que le contaban las personas más mayores de dentro del clan Uchiha a Kaizen siempre le habían interesado e incluso le habían llegado a emocionar tanto, que fueran esas historias verdaderas o falsas, al tratar sobre la gente de su clan, gente a la que admiraba por haber sido antes ninjas y por encima de todo, gente que parecía a simple vista muy amable y muy buenas personas, Kaizen siempre los escuchaba y se adentraba en esas historias como si fuera el protagonista de estas. Pero, lo que estaba claro para Kaizen, es que para él no había nada mejor que realizar un buen entrenamiento para poder mejorar, y llegar a ser un día un ninja muy experimentado el cual tuviera historias para contarles a los más jovenes y que llegara a servirles a algunos de ejemplo para seguir en su camino.
Retomando la conversación con Jotaro de nuevo, Kaizen se dió cuenta de que se había perdido de algunas palabras que había dicho el chico porque estaba distraido con sus pensamientos, pero volvió justo para poder escuchar que el chico le ofrecía un nuevo sitio a donde ir para poder divertirnos y entrenar. Kaizen sin pensarselo más de una vez, dijo con una sonrisa mientras notaba que una leve y agradable brisa se comenzaba a levantar:
-¿Una cosa mucho más divertida? Esta bien, iré, espero que no me decepcione.
Kaizen se giró, hacia un lado, luego se giró hacia el otro y sin saber donde ir se volvió de nuevo hacia Jotaro, el cual si que sabía por donde se iba a ese lugar de entrenamiento y diversión, y con la mano rascandose la parte trasera de la cabeza le preguntó por la ubicación del lugar:
-Emmmm, ¿Por donde es?
Kaizen Uchiha- Gennin
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