Un día como otro cualquiera...quizás...

- Que pasa ahora?... - La pregunta corto el silencio casi mortuorio que habia en la casa de Shiren, su voz sonaba fria y autoritaria, muy caracteristico en su persona, aunque no siempre estaba de ese humor.

Una pequeña risa, seguida de un ruido de pasos en el suelo de madera hizo aparecer un ninja bastante ms alto que el, de unos 20 años. - Cada vez estas mas atento Shiren.. - Dijo, esbozando una sonrisa.

- Cada vez hacen mas y mas ruido.. - Replico Shiren en tono de broma, y le sonrio, parecia que se conocian de hace tiempo, pero no era lugar para recordar viejas epocas.

Una pequeña carcajada retumbo en el lugar. - Touche!.. - respondio el ninja de alto rango, - Bueno, como sea, el Hokage quiere verte, te necesita para una mision, y valla mision, parece que te estas ganando cada vez mas su confianza.. - Le explico al niño.

Una sonrisa en su cara basto para darse por entendido, guardo el kunai que habia sacado al escuchar ruidos en su casa, y salio disparado por la ventana, la noche empezaba a caer, pero sus ojos amarillentos veian casi como a la luz del dia, la gente se paseaba por las calles, mientras el y otros shinobis se transportaban entre los techos y los arboles de la villa, ya que les era mucho mas rapido y comodo.

A lo lejos se veia una torre enorme, una de las mas lindas de todo el Pais del Fuego, detras de esta se encontraba la montaña de piedra con las caras de los Hokages de esa villa, ya lo habia visto miles de veces, por lo que no le presto mucha atencion, con 2 rapidos saltos, descendio hacia la calle, entro caminando, empujando el porton y pasando bajo el umbral, con un movimiento de cabeza saludo a los guardias de la entrada y siguio camino hacia el despacho del hombre que lo habia llamado.

Golpeo la puerta una vez y entro sin esperar respuesta, dentro, se hallaba el viejo Hokage, el shinobi mas poderoso de toda esa zona, de todo el mundo por lo que se conocia y se pensaba, con una sonrisa en la cara lo saludo.

- Necesitaba de mi, señor? - Pregunto, mirando a la cara al viejo que sentado en su sillon angular y que no dejaba de revisar papeles.

El grupo veinticuatro ha sufrido muchas bajas... meditaba el hombre de bata blanca mientras reojeaba la descripción y análisis de la misiones de los distintos grupos de ninjas de la Aldea. Casi decepcionado profundizaba en aquella misión en especial, buscando el error que podría haber provocado fracaso. Se suponía algo simple, quizá demasiado para necesitar la ayuda de los renombrados grupos ninjas de Konoha, pero la información sobre lo sucedido era bastante escasa. Solo se sabía que un grupo entero de Gennins y su Chuunin habían sido fácilmente diezmados, lo que daba a entender que en el encargo no se había facilitado toda la información necesaria. Siempre pasa lo mismo...

Los pensamientos del Hokage fueron cortados por el rechinar de la puerta acompañado de unos toques leves pero sonoros anteriores. Era la imagen de aquella joven promesa, el niño de ojos amarillentos tan extraños como misteriosos incluso para el magnánimo barbudo de canas. Con una leve sonrisa acompañó la llegada del joven Shiren, al cual sin duda conocía desde sus inicios, pues siempre le había gustado tener una cierta cercanía con sus estudiantes mas dotados.

- Shiren, se ha solicitado tu presencia debido a un contratiempo de último momento - Hizo una pausa reflexiva, en la que iba tornando su cara a una seriedad y profesionalidad que pocos habrían logrado no inspirarse. - El grupo veinticuatro de ninjas fue abatido en combate mientras efectuaba una misión de reconocimiento debido a rumores de una cierta invasión de ratas en el pueblo de Nitawa, cerca de la frontera con el País del Arroz. No tenemos información alguna de lo acontecido. Simplemente se encontraron sus cuerpos calcinados por algún tipo de quemadura de alto grado - Otra pausa, se notaba que le gustaba darle cierta meditación a sus palabras, pues no le gustaba hablar de más ni mucho menos quedarse corto en sus explicaciones.

- La situación es precaria, no iniciaremos medidas ofensivas hasta no saber a qué nos enfrentamos. Tu misión es la de un ninja, un espía. Necesito que recaudes toda la información posible acerca del lugar y lo que atacó a nuestros compañeros, todo es importante así que no dudes a la hora de traer pruebas - Sin duda se denotaba la experiencia militar del anciano, que relataba el discurso con la facilidad de un gran general. No obstante, no dudaba en seguir con sus características pausas. - Irás solo, y tu misión es explícitamente la de un espía, no entables combate bajo ninguna circunstancia, ¿me has oído? - Recalcaba el Hokage haciendo alusión al currículum del joven Shiren, el cual era conocido por ponerse a prueba con situaciones o individuos cada vez mas peligrosas. Sin embargo, había salido victorioso en todas ellas, pero no inmune.

- Partirás inmediatamente. Se que se te había asignado como profesor tras tu reciente misión, pero todos los grupos están operativos y tu eras el mas indicado para este tipo de misión - Concluía el magnánimo mientras dejaba una hoja al final de la mesa la cual disponía de toda la información necesaria a tener en cuenta para la misión del Chuunin.

En la Villa había un lema: Si la misión de la daba el Hokage, es importante...

Off-Rol: Misión de Rango B ^^

Las frases llegaban a los oidos de Shiren, y su cerebro las asimilaba y creaba un panorama de la situacion, su cerebro trabajaba muy rapido y era muy inteligente, tanto para pelear como para crear estrategias. "El grupo veinticuatro de ninjas fue abatido en combate mientras efectuaba una misión de reconocimiento", "cerca de la frontera con el País del Arroz", "No tenemos información alguna de lo acontecido", "Simplemente se encontraron sus cuerpos calcinados por algún tipo de quemadura de alto grado", "no iniciaremos medidas ofensivas", "Tu misión es la de un ninja, un espía", "no entables combate bajo ninguna circunstancia".

- Perooo.. - Dijo, indignado por la ultima frase que habia escuchando, no entablar combate con nadie, bajo ninguna circunstancia?, pero si lo atacaban, se tenia que defender, igual, no iban a descubrirlo, asi que no se preocuparia por eso en ese momento, y si pasaba algo, una de sus tecnicas bastaria para que su adversario desaparezca de la faz de la tierra.

- Esta bien, señor.. - Dijo, con una sonrisa en la cara y realizo una pequeña reverencia formal.

- Partirás inmediatamente. Se que se te había asignado como profesor tras tu reciente misión, pero todos los grupos están operativos y tu eras el mas indicado para este tipo de misión - Concluía el magnánimo mientras dejaba una hoja al final de la mesa la cual disponía de toda la información necesaria a tener en cuenta para la misión del Chuunin.

- Esta bien!, partire inmediatamente.. - Dijo el Chunnin, poniendose serio, parecia que la mision era importante, y para nada facil, ya que una "B" condecoraba la hoja de mision, la cual tomo y con una rapida repasada la guardo en el bolsillo doblandola un par de veces, asintio con la cabeza mirando al Hokage, Shiren habia adoptado una expresion bastante seria, pero no borraba la sonrisa de su cara, siempre la llevaba consigo, dando un par de pasos hacia atras para no darle la espalda a su lider, llego a la puerta, la abrio y se retiro.

Ya afuera llego a la mitad de la ciudad y miro como los cuatro caminos principales se cruzaban, saco la hoja del bolsillo y la desdoblo, leyo nuevamente y toco el bolsillo donde tenia sus cosas de ninja, un par de kunais, shurikens, sellos explosivos, pergaminos, todo en orden, asi que era hora de partir, volvio a doblar la hoja por las marcas y con un salto, desaparecio partiendo hacia el norte, `pasando por el porton de entrada, saludo a los guardias y salio a cumplir su mision..