Examen Práctico - Gimnasio Techado -
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Brook Zoa
Nara Nagi
Kaizen Uchiha
Eizan
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Examen Práctico - Gimnasio Techado -
Allí en la parte posterior de la academia se hallaba un gran recinto desentendido de toda la estructura del lugar, pero aún así unido en cuanto a su tipo arquitectura. Unos ventanales en la parte superior coronaban las altas paredes del lugar techado, mientras que una gran puerta en su inicio anunciaba el lugar de ingreso.
En su interior se hallaba un hombre de baja estatura y bastante calvo, sentado en lo que parecía ser una especie de perro pero de colmillos bastante largos. A simple vista el anciano de arrugas prominentes parecía inofencivo y bastante amigable, mas algunos rumores se habían escuchado acerca de aquél hombre y sus extrañas formas de evaluar a los jovencitos, pero nada llegaba a ser mas que puro mito....o quizá no...
En su interior se hallaba un hombre de baja estatura y bastante calvo, sentado en lo que parecía ser una especie de perro pero de colmillos bastante largos. A simple vista el anciano de arrugas prominentes parecía inofencivo y bastante amigable, mas algunos rumores se habían escuchado acerca de aquél hombre y sus extrañas formas de evaluar a los jovencitos, pero nada llegaba a ser mas que puro mito....o quizá no...
Re: Examen Práctico - Gimnasio Techado -
Saliendo fuera del aula 272, Kaizen se dirigió tranquilo hacia fuera de la academia pasando por el lado de muchas clases donde habían niños dando clase, preparandose aun para ser Gennin ya que ellos aun no lo serían; por lo menos ese año. Al estar ya fuera, giró a la derecha, y a apenas veinte metros de la entrada de la academia estaba la entrada del gran gimnasio donde había hecho todas las pruebas físicas que se habían hecho durante el curso. Al entrar, junto a sus compañeros, Kaizen iba charlando con ellos sobre el como les había ido el examen y demás cosas, y justo cuando se hallaron cerca del profesor, todos se callaron para oir todas sus palabras para saber cual sería la prueba práctica final para conseguir graduarse como Gennin.
El hombre que les examinba era bajo y calvo, estaba sentado sobre un perro, y parecía un anciano muy debilucho para Kaizen, pero a él le dió mala espina ya que recordó que una vez, el hermano mayor de su amigo Tetsui, les contó a los dos la prueba que les hizo pasar un viejo calvo con muy mala leche. Kaizen pensó que ojalá ese viejo no fuera el mismo viejo de aquella historia, pero no lo podía saber hasta que no comenzara a hablarles y a contarles de que trataría la última prueba, así que Kaizen, como todos sus compañeros, se quedaron mirando fijamente al profesor esperando a que esta hablara.
-"Ojalá nos hiciera una prueba física de velocidad, sería muy suertudo ya que se me da bién."
El hombre que les examinba era bajo y calvo, estaba sentado sobre un perro, y parecía un anciano muy debilucho para Kaizen, pero a él le dió mala espina ya que recordó que una vez, el hermano mayor de su amigo Tetsui, les contó a los dos la prueba que les hizo pasar un viejo calvo con muy mala leche. Kaizen pensó que ojalá ese viejo no fuera el mismo viejo de aquella historia, pero no lo podía saber hasta que no comenzara a hablarles y a contarles de que trataría la última prueba, así que Kaizen, como todos sus compañeros, se quedaron mirando fijamente al profesor esperando a que esta hablara.
-"Ojalá nos hiciera una prueba física de velocidad, sería muy suertudo ya que se me da bién."
Kaizen Uchiha- Gennin
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Re: Examen Práctico - Gimnasio Techado -
El perro ladró y el silencio se produjo en la sala. Las vibraciónes de aquél ladrido grave hicieron temblar hasta los cimientos del lugar, lo que provocó ciertas miradas de tensión. La alegría posterior al examen teórico se fue apagando a medida que el anciano se acercaba, despues de un pequeño saltito, hacia la posición del tumulto de niños. Su paso era reducido y torpe, pero era la experiencia la que le pesaba en aquellos hombros caídos.
- Tu...tu y tu estan suspendidos por ponerse en la última fila. Un ninja ha de estar siempre un paso por delante de todo - Relató con una voz grave y firme, casi temblorosa. Algunos jóvenes comenzaron a quedarse pálidos ante semejante decisión...- Tu, tu y ustedes tres tambien...estan suspendedidos, un ninja ha de saber ocultar sus sentimientos hasta en las situaciones mas dolorosas - Dijo otra vez, señalando a un grupo de jóvenes y chicas principalmente que no habían podido resistir su sorpresa.
- Bien, ahora los que quedamos...mmm...un momento, ustedes cuatro fuera del examen...el atuendo ninja es primordial - Dijo esta vez mirando a un grupo al otro lado, vestidos con unos kimonos de gala bastante coloridos. Quizá al anciano le irritaron tantos colores, o simplemente buscaba terminar antes su trabajo despachando mas alumnos, cuestión que se la pasó un rato mas echando gente hasta que se aburrió.
Al cabo de unos diez minutos tan solo quedaban once personas en clase, de las cuales ninguna era mujer lo que expresaba una clara tendencia machista de aquél hombre. Y sin mas rodeos ni preambulos, pues la hora de la siesta era un momento sagrado que por nada del mundo se merecia ser olvidado, comenzó a recitar su prueba.
- Jovencitos, la prueba es simple...tendran que efectuar el jutsu: Bunshin no Jutsu - Dijo con una media sonrisa tan tenebrosa que hacia sospechar claramente que la prueba no sería tan facil como él relataba. - Peeero Romaru les perseguirá mientras lo intentan hacer, aquél que sea mordido por él estará automaticamente suspendido - Concluyó el viejo con una cara de diversión que se le salía por sus escondidos ojos.
Uno a uno los estudiantes se fueron turnando, la mayoría no lograba concentrarse en esquivar al perro y a la vez hacer el jutsu, por lo que o se cansaban y eran mordidos o se distraían y eran mordidos ^^. Ahora el turno era del noveno en la fila Uchiha Kaizen, a ver como lo haría...
Off-Rol: Te toca narrar como llevas a cabo el Jutsu, el perro no te morderá por lo que podrás hacerlo, pero todo depende de como lo narres para sacar mejor o peor nota. Ya falta poco, ¡suerte! ^^
- Tu...tu y tu estan suspendidos por ponerse en la última fila. Un ninja ha de estar siempre un paso por delante de todo - Relató con una voz grave y firme, casi temblorosa. Algunos jóvenes comenzaron a quedarse pálidos ante semejante decisión...- Tu, tu y ustedes tres tambien...estan suspendedidos, un ninja ha de saber ocultar sus sentimientos hasta en las situaciones mas dolorosas - Dijo otra vez, señalando a un grupo de jóvenes y chicas principalmente que no habían podido resistir su sorpresa.
- Bien, ahora los que quedamos...mmm...un momento, ustedes cuatro fuera del examen...el atuendo ninja es primordial - Dijo esta vez mirando a un grupo al otro lado, vestidos con unos kimonos de gala bastante coloridos. Quizá al anciano le irritaron tantos colores, o simplemente buscaba terminar antes su trabajo despachando mas alumnos, cuestión que se la pasó un rato mas echando gente hasta que se aburrió.
Al cabo de unos diez minutos tan solo quedaban once personas en clase, de las cuales ninguna era mujer lo que expresaba una clara tendencia machista de aquél hombre. Y sin mas rodeos ni preambulos, pues la hora de la siesta era un momento sagrado que por nada del mundo se merecia ser olvidado, comenzó a recitar su prueba.
- Jovencitos, la prueba es simple...tendran que efectuar el jutsu: Bunshin no Jutsu - Dijo con una media sonrisa tan tenebrosa que hacia sospechar claramente que la prueba no sería tan facil como él relataba. - Peeero Romaru les perseguirá mientras lo intentan hacer, aquél que sea mordido por él estará automaticamente suspendido - Concluyó el viejo con una cara de diversión que se le salía por sus escondidos ojos.
Uno a uno los estudiantes se fueron turnando, la mayoría no lograba concentrarse en esquivar al perro y a la vez hacer el jutsu, por lo que o se cansaban y eran mordidos o se distraían y eran mordidos ^^. Ahora el turno era del noveno en la fila Uchiha Kaizen, a ver como lo haría...
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Re: Examen Práctico - Gimnasio Techado -
En cuanto el perro ladró, todos los alumnos callaron y se dispusieron a escuchar con atención las palabras del examinador. Para sorpresa de todos, este comenzó a echar gente mientras caminaba con su paso lento dirigiendose hacia los examinados. Kaizen se sintió poco a poco más nervioso cuando veía acercarsele el profesor, y menos nervioso cuando este se alejaba a un grupo de personas que estaba en la otra punta de la sala para echarlos. El profesor echaba a la gente como si quisiese que nadie aprobara, como si quisiese largarse ya de allí a descansar tumbado en su casa, o como si simplemente, echaba a gente porque esta no le gustaba.
Cuando quedaron finalmente solo once personas dispuestas a ser examinadas de las tantas que entraron, el profesor comenzó a explicar que la prueba práctica del examen estaba formada por hacer un única técnica (o jutsu): el Bunshin no jutsu. Al oir eso, a Kaizen se le dibujó una medio sonrisa en la boca ya que de las tres técnicas básicas que había aprendio en la academia, el Bunshin era la segunda técnica que mejor sabía hacer. El día anterior y el anterior del anterior, Kaizen había practicado las tres técnicas básicas junto a otro tipo de entrenamiento basado en el taijutsu con supervisión de su padre, para que por si acaso lo hacía mal, este le explicaba como debía hacer hasta que finalmente lo comprendía. Kaizen estaba bastante alegre por dentro ya que sabía hacer la técnica, pero esa alegría se disipó cuando supo que mientras intentaba hacer el jutsu, el examinador les contó que Romaru (el perro) les iba a perseguir para intentar impedir que estos hicieran la técnica, y que si el perro les mordía, la persona mordida sería suspendida directamente. Esta última frase la dijo muy animado, y eso no le gustó a nadie de la clase, pero era lo que tocaba y debían hacerlo, así que en cuanto acabó la explicación, todos los examinados se dispusieron para hacer la prueba de uno en uno.
Kaizen contó y observó que el era el noveno alumno que haría la prueba, así que, con un poco de ansia por hacer la prueba y un poco de nervios por hacer también la prueba, tuvo que esperar a que sus compañeros hicieran la prueba antes.
Todos los alumnos que habían delante de Kaizen había sido eliminados, y cuando era su turno, salió mentalizado en que el podía hacerlo puesto que tenía dos ventajas frente al perro. La primera ventaja era que el perro le había costado bastante pillar a los tres últimos alumnos y se estaba comenzando a cansar, y la segunda ventaja era que Kaizen se había estado fijando en como se movía el perro y cuando era el momento de esquivarlo, así que por lo menos si no conseguía hacer el jutsu, aprovechando el cansancio del perro, la agilidad que poseía Kaizen y el momento exacto de apartarse, conseguiría esquivar al perro hasta que este captara también el como se movía Kaizen.
Cuando comenzó la prueba, el perro se encontraba en la otra punta del gimnasio, y aún sabiendo Kaizen que no le daría tiempo suficiente para conseguir realizar la técnica, lo intentó formando rápidamente una serie de sellos, juntándolo con su chakra para realizar la técnica. El primer intentó falló porque el perro, velozmente corrió hacia Kaizen para intentar morderle, y para sorpresa de este, Kaizen se dió cuenta de su presencia y con un poco de esfuerzo consiguió esquivarlo lanzandose hacia la derecha. A continuación, Romaru fue a por Kaizen constante y seguidamente, y este con gran esfuerzo y recordando todos los movimientos que él entrenaba con su padre para evitar golpes, fue esquivando uno a uno todos los intentos de mordisco que el perro le lanzaba hacia él. Al cabo de unos pocos minutos esquivando, Kaizen pensó que si seguía esto así al final acabaría cansandose antes que el perro y este le acabaría mordiendo, así que se decidió a pasar a la acción cuando el perro menos se lo esperaba. En cuanto Romaru le lanzó un intento de mordisco a la pierna algo lento, el chico pensó que ese era el momento y repentinamente saltó sobre la cabeza del perro y cayendo detrás de él, pero después de que Romaru deslizara unos cuantos metros este se levantó. Se quedó quieto para recuperar lentamente el aliento, y Kaizen pensó que tenía que volver a intentar hacer el jutsu por si acaso el perro le estaba dejándo ya hacerlo al ver que no podía morderle, pero en cuanto este vió que el chico se disponía para volver a hacer la técnica, pensando en que esta vez si que podría morderle ya que se le notaba muy centrado en la técnica, fue velozmente de nuevo a por él. Esta vez, Kaizen tenía planeado sorprender al perro saltando otra vez sobre su cabeza, chafándosela con más fuerza para que se quedara aturdido, y entonces ese sería el momento de realizar la técnica. Cuando vió al perro cerca de él, ágilmente se giro hacia Romaru y espero a que le atacara para saltar, y en cuanto eso pasó, saltó, le dió un golpe golpe con el pie en la cara, y aterrizó a la espalda del perro mientras observaba como este se deslizaba por el suelo y se quedaba tumbado en él sin conseguir levantarse. En ese momento, Kaizen hizo los sellos necesarios para realizar el Bunshin no jutsu, y sin quitarle el ojo a Romaru, se concentró en la técnica realizándola perfectamente. En el instante en que la realizó, salió de la nada una persona identica a Kaizen, y mientras se iba levantando el perro lentamente para observar su fracaso, Kaizen se dirigió al profesor valiente y educadamente y le dijo:
-Señor, aqui tiene el jutsu realizado.
Cuando quedaron finalmente solo once personas dispuestas a ser examinadas de las tantas que entraron, el profesor comenzó a explicar que la prueba práctica del examen estaba formada por hacer un única técnica (o jutsu): el Bunshin no jutsu. Al oir eso, a Kaizen se le dibujó una medio sonrisa en la boca ya que de las tres técnicas básicas que había aprendio en la academia, el Bunshin era la segunda técnica que mejor sabía hacer. El día anterior y el anterior del anterior, Kaizen había practicado las tres técnicas básicas junto a otro tipo de entrenamiento basado en el taijutsu con supervisión de su padre, para que por si acaso lo hacía mal, este le explicaba como debía hacer hasta que finalmente lo comprendía. Kaizen estaba bastante alegre por dentro ya que sabía hacer la técnica, pero esa alegría se disipó cuando supo que mientras intentaba hacer el jutsu, el examinador les contó que Romaru (el perro) les iba a perseguir para intentar impedir que estos hicieran la técnica, y que si el perro les mordía, la persona mordida sería suspendida directamente. Esta última frase la dijo muy animado, y eso no le gustó a nadie de la clase, pero era lo que tocaba y debían hacerlo, así que en cuanto acabó la explicación, todos los examinados se dispusieron para hacer la prueba de uno en uno.
Kaizen contó y observó que el era el noveno alumno que haría la prueba, así que, con un poco de ansia por hacer la prueba y un poco de nervios por hacer también la prueba, tuvo que esperar a que sus compañeros hicieran la prueba antes.
Todos los alumnos que habían delante de Kaizen había sido eliminados, y cuando era su turno, salió mentalizado en que el podía hacerlo puesto que tenía dos ventajas frente al perro. La primera ventaja era que el perro le había costado bastante pillar a los tres últimos alumnos y se estaba comenzando a cansar, y la segunda ventaja era que Kaizen se había estado fijando en como se movía el perro y cuando era el momento de esquivarlo, así que por lo menos si no conseguía hacer el jutsu, aprovechando el cansancio del perro, la agilidad que poseía Kaizen y el momento exacto de apartarse, conseguiría esquivar al perro hasta que este captara también el como se movía Kaizen.
Cuando comenzó la prueba, el perro se encontraba en la otra punta del gimnasio, y aún sabiendo Kaizen que no le daría tiempo suficiente para conseguir realizar la técnica, lo intentó formando rápidamente una serie de sellos, juntándolo con su chakra para realizar la técnica. El primer intentó falló porque el perro, velozmente corrió hacia Kaizen para intentar morderle, y para sorpresa de este, Kaizen se dió cuenta de su presencia y con un poco de esfuerzo consiguió esquivarlo lanzandose hacia la derecha. A continuación, Romaru fue a por Kaizen constante y seguidamente, y este con gran esfuerzo y recordando todos los movimientos que él entrenaba con su padre para evitar golpes, fue esquivando uno a uno todos los intentos de mordisco que el perro le lanzaba hacia él. Al cabo de unos pocos minutos esquivando, Kaizen pensó que si seguía esto así al final acabaría cansandose antes que el perro y este le acabaría mordiendo, así que se decidió a pasar a la acción cuando el perro menos se lo esperaba. En cuanto Romaru le lanzó un intento de mordisco a la pierna algo lento, el chico pensó que ese era el momento y repentinamente saltó sobre la cabeza del perro y cayendo detrás de él, pero después de que Romaru deslizara unos cuantos metros este se levantó. Se quedó quieto para recuperar lentamente el aliento, y Kaizen pensó que tenía que volver a intentar hacer el jutsu por si acaso el perro le estaba dejándo ya hacerlo al ver que no podía morderle, pero en cuanto este vió que el chico se disponía para volver a hacer la técnica, pensando en que esta vez si que podría morderle ya que se le notaba muy centrado en la técnica, fue velozmente de nuevo a por él. Esta vez, Kaizen tenía planeado sorprender al perro saltando otra vez sobre su cabeza, chafándosela con más fuerza para que se quedara aturdido, y entonces ese sería el momento de realizar la técnica. Cuando vió al perro cerca de él, ágilmente se giro hacia Romaru y espero a que le atacara para saltar, y en cuanto eso pasó, saltó, le dió un golpe golpe con el pie en la cara, y aterrizó a la espalda del perro mientras observaba como este se deslizaba por el suelo y se quedaba tumbado en él sin conseguir levantarse. En ese momento, Kaizen hizo los sellos necesarios para realizar el Bunshin no jutsu, y sin quitarle el ojo a Romaru, se concentró en la técnica realizándola perfectamente. En el instante en que la realizó, salió de la nada una persona identica a Kaizen, y mientras se iba levantando el perro lentamente para observar su fracaso, Kaizen se dirigió al profesor valiente y educadamente y le dijo:
-Señor, aqui tiene el jutsu realizado.
Kaizen Uchiha- Gennin
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Re: Examen Práctico - Gimnasio Techado -
Los niños se fueron sucediendo unos a otros mientras el sensei no dudaba en encenderse un delicioso puro. Con un leve chasquido de sus dedos éste prendió y comenzó a ser engullido por el viejo. Para qué explicar la excitación del hombre ante aquello si solo basta con decir que la baba le colgaba por un cachete. Pero ¡no debia distraerse!, los jóvenes tenían que ser cuidadosamente evaluados.
Muchos eran atrapados por Romaru, mientras que otros, mas ingeniosos o quizá con mas suerte lograban hacer una técnica, mas esta no presentaba mucha perfección, pero era de entender, los jovencitos no estaban acostumbrados a estar pendientes de no ser atacados y a la vez hacer los sellos. Pero con mas y menos todo iba pasando.
Sin embargo, se denotaba en Romaru que su velocidad a medida que se sucedían los jovencitos no era la misma, al parecer este perro debía de tener la misma edad que su dueño, por lo que no era de extrañar que flaqueara en su resistencia física. Por lo que los últimos tres alumnos lograron con gran destreza hacer la prueba.
- Valla...parece que estamos perdiendole el toque a esto, compañero... - Le dijo el anciano a su deshauciado compañero que volvía con la torpeza de quien ha recorrido un maratoon de montaña.
- Bien jovencitos, los que lograron hacer la tecnica...felicidades, estan aprobados. Ahora pasaré a decir los resultados del examen teórico. Los que esten aprobados en los dos examenes pasen a recoger estas bandanas y el estuche ninja - Dijo el de cabello caido, al compás en que aparecía a su lado una mesa con las relucientes bandanas de Konoha y los estuches con kunais. Parecía como si hubiera hecho unos sellos para hacer aparecer eso, pero quién sabe, aquél viejo era todo in misterio.
Y sin mas preambuelos, pues aquella cama de siesta le estaba esperando en su casa, comenzó a decir los nombres, para la suerte de que llegado un momento dijo... - Uchiha Kaizen... 7 teórico, 6 práctico. Global = 7....a prisa, que no tengo todo el tiempo... -
Muchos eran atrapados por Romaru, mientras que otros, mas ingeniosos o quizá con mas suerte lograban hacer una técnica, mas esta no presentaba mucha perfección, pero era de entender, los jovencitos no estaban acostumbrados a estar pendientes de no ser atacados y a la vez hacer los sellos. Pero con mas y menos todo iba pasando.
Sin embargo, se denotaba en Romaru que su velocidad a medida que se sucedían los jovencitos no era la misma, al parecer este perro debía de tener la misma edad que su dueño, por lo que no era de extrañar que flaqueara en su resistencia física. Por lo que los últimos tres alumnos lograron con gran destreza hacer la prueba.
- Valla...parece que estamos perdiendole el toque a esto, compañero... - Le dijo el anciano a su deshauciado compañero que volvía con la torpeza de quien ha recorrido un maratoon de montaña.
- Bien jovencitos, los que lograron hacer la tecnica...felicidades, estan aprobados. Ahora pasaré a decir los resultados del examen teórico. Los que esten aprobados en los dos examenes pasen a recoger estas bandanas y el estuche ninja - Dijo el de cabello caido, al compás en que aparecía a su lado una mesa con las relucientes bandanas de Konoha y los estuches con kunais. Parecía como si hubiera hecho unos sellos para hacer aparecer eso, pero quién sabe, aquél viejo era todo in misterio.
Y sin mas preambuelos, pues aquella cama de siesta le estaba esperando en su casa, comenzó a decir los nombres, para la suerte de que llegado un momento dijo... - Uchiha Kaizen... 7 teórico, 6 práctico. Global = 7....a prisa, que no tengo todo el tiempo... -
Re: Examen Práctico - Gimnasio Techado -
Kaizen fue la gota que colmaba el vaso para Romaru puesto que después de intentar morderle para que el chico suspendiera y no haberlo conseguido, se había cansado más de lo deseado, y cuando le tocó ir contra los últimos dos alumnos, a este le costaba mucho llegar a ellos si se colocaban en la otra parte de la sala, así que ellos también aprovaron.
Al acabar el duro examen, todos los aprovados estaban a parte de cansados, muy felices por haber conseguido graduarse en la academia y haberse convertido en Gennin, y después de haberse felicitado y haberse dicho todas las cosas que tuvieron que decirse, los tres alumnos aprovados se pusieron delante del profesor antes de que este dijera nada, por si acaso se le pasaba por su alocada cabeza el suspenderles por no atenderle. El examinador, junto a su perro siempre fiel, les dijo a los aprovados que cuando les nombrara, estos tendrían que recoger la bandana con el símbolo de la hoja y un estuche portakunais ninja el cual debía ser un regalo de la academia. Fue diciendo los nombres de los que acabaron antes que Kaizen primero, y después de que estos dos recogieran lo que se habían merecedo, Kaizen oyó que el profesor le nombraba y le decía que había sacado un 7 en el examen teórico y un 6 en el práctico, cosa que hizo que él se sintiera satisfecho de si mismo. Rápidamente, haciendo caso al comentario del examinador de que fuera deprisita, el chico fue con paso ligero a recoger su más que merecida bandana, la cual tenía decidida ponersela en la frente, y el portakunais, en el que pondría los kunais que su padre le compró un año antes para que prácticara, y que se colocaría enganchado en la pierna derecha (el sitio donde su padre siempre lo llevaba).
Al acabar la entrega de bandanas y todo lo que eso conllevaba y haberse ido ya el examinador que tan mal les caía a algunas personas, Kaizen se despidió de sus compañeros de clase para irse rápidamente a su casa de nuevo porque como había aprovado, se lo diría a su madre y a su padre si es que estaba, y después, el chico le recordaría a su padre que este le prometió entrenar con el para enseñarle nuevos movimientos si aprovaba, y... pfff, estaba eufórico y tenía que aprovachar el día para celebrar el haberse graduado en un solo año como se propuso para si mismo...
Al acabar el duro examen, todos los aprovados estaban a parte de cansados, muy felices por haber conseguido graduarse en la academia y haberse convertido en Gennin, y después de haberse felicitado y haberse dicho todas las cosas que tuvieron que decirse, los tres alumnos aprovados se pusieron delante del profesor antes de que este dijera nada, por si acaso se le pasaba por su alocada cabeza el suspenderles por no atenderle. El examinador, junto a su perro siempre fiel, les dijo a los aprovados que cuando les nombrara, estos tendrían que recoger la bandana con el símbolo de la hoja y un estuche portakunais ninja el cual debía ser un regalo de la academia. Fue diciendo los nombres de los que acabaron antes que Kaizen primero, y después de que estos dos recogieran lo que se habían merecedo, Kaizen oyó que el profesor le nombraba y le decía que había sacado un 7 en el examen teórico y un 6 en el práctico, cosa que hizo que él se sintiera satisfecho de si mismo. Rápidamente, haciendo caso al comentario del examinador de que fuera deprisita, el chico fue con paso ligero a recoger su más que merecida bandana, la cual tenía decidida ponersela en la frente, y el portakunais, en el que pondría los kunais que su padre le compró un año antes para que prácticara, y que se colocaría enganchado en la pierna derecha (el sitio donde su padre siempre lo llevaba).
Al acabar la entrega de bandanas y todo lo que eso conllevaba y haberse ido ya el examinador que tan mal les caía a algunas personas, Kaizen se despidió de sus compañeros de clase para irse rápidamente a su casa de nuevo porque como había aprovado, se lo diría a su madre y a su padre si es que estaba, y después, el chico le recordaría a su padre que este le prometió entrenar con el para enseñarle nuevos movimientos si aprovaba, y... pfff, estaba eufórico y tenía que aprovachar el día para celebrar el haberse graduado en un solo año como se propuso para si mismo...
Kaizen Uchiha- Gennin
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Re: Examen Práctico - Gimnasio Techado -
Nagi se dirigía al gimnasio felizmente dando saltitos, hacia donde el sombrero…Bueno, concretamente el sujeto que estaba bajo su inmenso poder. Le había mandado, bajo su idea, una posible “sala de espera”. No le resultaba un problema, si le intentaban dar el cambiazo, se daría cuenta…Se había fijado en casa imperfección de aquella estructura pajosa.
Recorrió toda la academia (primero hacia delante, luego hacia atrás) antes de encontrar el enorme recinto… ¡¡Si llegaba el último se quedaría sin sombrero!! Cualquier otro respondería por su nombre.
Entró en el recinto, con enormes cuadrados de cristal, probablemente para ver a través de ellos (elemental) o para permitir la visión lateral del cielo (por supuesto)
Entró dentro velozmente, ya había bastante gente delante de él, pero se alegró de ver que no era ni mucho menos el último. Había quedado por la mitad.
Delicadamente (O mediante algún que otro codazo) Se abrió paso hasta primera fila, no permitiría que ningún tapón (Aunque su estatura era media) Se hiciese con su futuro bien más preciado.
Se encontró ante un niño muy arrugado…Bajito y calvo, se sentaba sobre otro chico, muy peludo y de extraña cara… Muy peludo. ¿Serían nuevos?
Se habría acercado para preguntarles si se habían perdido, o si ellos también querían aquel sombrero, a fin de cuentas, mejor un puro convencimiento a través de la comprobación. Pero algo en la cara de los de su alrededor le hizo contenerse, quizás por que el pánico era una faceta ante la cual Nagi se sorprendía, y solía quedarse embobado, intentando comprender los ojos saltones, la boca entreabierta, y como la piel empezaba a volverse un poquito más blanca.
¡¡Casi como la suya!!... No, ni de broma, él era más blanco.
Y no tenía que poner caras raras para conseguirlo.
Era el momento de esperar…Esperar, y ver quien era el ganador del concurso (él, o la víctima a quien le robaría el objeto en cuestión.)
Recorrió toda la academia (primero hacia delante, luego hacia atrás) antes de encontrar el enorme recinto… ¡¡Si llegaba el último se quedaría sin sombrero!! Cualquier otro respondería por su nombre.
Entró en el recinto, con enormes cuadrados de cristal, probablemente para ver a través de ellos (elemental) o para permitir la visión lateral del cielo (por supuesto)
Entró dentro velozmente, ya había bastante gente delante de él, pero se alegró de ver que no era ni mucho menos el último. Había quedado por la mitad.
Delicadamente (O mediante algún que otro codazo) Se abrió paso hasta primera fila, no permitiría que ningún tapón (Aunque su estatura era media) Se hiciese con su futuro bien más preciado.
Se encontró ante un niño muy arrugado…Bajito y calvo, se sentaba sobre otro chico, muy peludo y de extraña cara… Muy peludo. ¿Serían nuevos?
Se habría acercado para preguntarles si se habían perdido, o si ellos también querían aquel sombrero, a fin de cuentas, mejor un puro convencimiento a través de la comprobación. Pero algo en la cara de los de su alrededor le hizo contenerse, quizás por que el pánico era una faceta ante la cual Nagi se sorprendía, y solía quedarse embobado, intentando comprender los ojos saltones, la boca entreabierta, y como la piel empezaba a volverse un poquito más blanca.
¡¡Casi como la suya!!... No, ni de broma, él era más blanco.
Y no tenía que poner caras raras para conseguirlo.
Era el momento de esperar…Esperar, y ver quien era el ganador del concurso (él, o la víctima a quien le robaría el objeto en cuestión.)
Nara Nagi- Gennin
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Re: Examen Práctico - Gimnasio Techado -
El perro ladró y el silencio se produjo en la sala. Las vibraciónes de aquél ladrido grave hicieron temblar hasta los cimientos del lugar, lo que provocó ciertas miradas de tensión. La alegría posterior al examen teórico se fue apagando a medida que el anciano se acercaba, despues de un pequeño saltito, hacia la posición del tumulto de niños. Su paso era reducido y torpe, pero era la experiencia la que le pesaba en aquellos hombros caídos.
- Tu...tu y tu estan suspendidos por ponerse en la última fila. Un ninja ha de estar siempre un paso por delante de todo - Relató con una voz grave y firme, casi temblorosa. Algunos jóvenes comenzaron a quedarse pálidos ante semejante decisión...- Tu, tu y ustedes tres tambien...estan suspendedidos, un ninja ha de saber ocultar sus sentimientos hasta en las situaciones mas dolorosas - Dijo otra vez, señalando a un grupo de jóvenes y chicas principalmente que no habían podido resistir su sorpresa.
- Bien, ahora los que quedamos...mmm...un momento, ustedes cuatro fuera del examen...el atuendo ninja es primordial - Dijo esta vez mirando a un grupo al otro lado, vestidos con unos kimonos de gala bastante coloridos. Quizá al anciano le irritaron tantos colores, o simplemente buscaba terminar antes su trabajo despachando mas alumnos, cuestión que se la pasó un rato mas echando gente hasta que se aburrió.
Al cabo de unos diez minutos tan solo quedaban once personas en clase, de las cuales ninguna era mujer lo que expresaba una clara tendencia machista de aquél hombre. Y sin mas rodeos ni preambulos, pues la hora de la siesta era un momento sagrado que por nada del mundo se merecia ser olvidado, comenzó a recitar su prueba.
- Jovencitos, la prueba es simple...tendran que efectuar el jutsu: Bunshin no Jutsu - Dijo con una media sonrisa tan tenebrosa que hacia sospechar claramente que la prueba no sería tan facil como él relataba. - Peeero Romaru les perseguirá mientras lo intentan hacer, aquél que sea mordido por él estará automaticamente suspendido - Concluyó el viejo con una cara de diversión que se le salía por sus escondidos ojos.
Uno a uno los estudiantes se fueron turnando, la mayoría no lograba concentrarse en esquivar al perro y a la vez hacer el jutsu, por lo que o se cansaban y eran mordidos o se distraían y eran mordidos ^^. Ahora el turno era del cuarto en la fila Nara Nagi, a ver como lo haría...
Off-Rol: Te toca narrar como llevas a cabo el Jutsu, el perro no te morderá por lo que podrás hacerlo, pero todo depende de como lo narres para sacar mejor o peor nota. Ya falta poco, ¡suerte! ^^
- Tu...tu y tu estan suspendidos por ponerse en la última fila. Un ninja ha de estar siempre un paso por delante de todo - Relató con una voz grave y firme, casi temblorosa. Algunos jóvenes comenzaron a quedarse pálidos ante semejante decisión...- Tu, tu y ustedes tres tambien...estan suspendedidos, un ninja ha de saber ocultar sus sentimientos hasta en las situaciones mas dolorosas - Dijo otra vez, señalando a un grupo de jóvenes y chicas principalmente que no habían podido resistir su sorpresa.
- Bien, ahora los que quedamos...mmm...un momento, ustedes cuatro fuera del examen...el atuendo ninja es primordial - Dijo esta vez mirando a un grupo al otro lado, vestidos con unos kimonos de gala bastante coloridos. Quizá al anciano le irritaron tantos colores, o simplemente buscaba terminar antes su trabajo despachando mas alumnos, cuestión que se la pasó un rato mas echando gente hasta que se aburrió.
Al cabo de unos diez minutos tan solo quedaban once personas en clase, de las cuales ninguna era mujer lo que expresaba una clara tendencia machista de aquél hombre. Y sin mas rodeos ni preambulos, pues la hora de la siesta era un momento sagrado que por nada del mundo se merecia ser olvidado, comenzó a recitar su prueba.
- Jovencitos, la prueba es simple...tendran que efectuar el jutsu: Bunshin no Jutsu - Dijo con una media sonrisa tan tenebrosa que hacia sospechar claramente que la prueba no sería tan facil como él relataba. - Peeero Romaru les perseguirá mientras lo intentan hacer, aquél que sea mordido por él estará automaticamente suspendido - Concluyó el viejo con una cara de diversión que se le salía por sus escondidos ojos.
Uno a uno los estudiantes se fueron turnando, la mayoría no lograba concentrarse en esquivar al perro y a la vez hacer el jutsu, por lo que o se cansaban y eran mordidos o se distraían y eran mordidos ^^. Ahora el turno era del cuarto en la fila Nara Nagi, a ver como lo haría...
Off-Rol: Te toca narrar como llevas a cabo el Jutsu, el perro no te morderá por lo que podrás hacerlo, pero todo depende de como lo narres para sacar mejor o peor nota. Ya falta poco, ¡suerte! ^^
Re: Examen Práctico - Gimnasio Techado -
Nagi observaba como el niño arrugado hablaba con una voz que sonaba “Mayor” que la de su padre, intentó escucharle, por lo visto el otro chico se llamaba Romaru, y tenía la extraña manía de ir andando usando todas sus extremidades (de esto se percató el solito.) Por lo visto, aquella no era una sala de espera, sino una de eliminación, pues Romaru parecía ser caníbal, y llevar hambriento mucho tiempo… El niño arrugado echó a muchos de allí, Nagi no pudo verlo, pero seguramente fuese por meterse el dedito en la nariz…Era una falta de educación, se lo había dicho a su lori-padre muchísimas veces… Él no lo hacía, claro, los vampiros no hacen eso.
Uno a uno, fueron saliendo niños, que, como curiosa manía, intentaban hacer la técnica que el niño viejo había pedido…El “Punshi no yuju” Aquella técnica que su padre graznada cuando le daba collejas con su colorida ala.
Llegó su turno, por lo visto tenía que hacer el “Punshi no yuju” antes de que Romaru se enfadase…Pero era algo difícil de conseguir, pues nada más salir del grupo de alumnos, el niño pelos comenzó a correr hacia él con la boca abierta.
”¿Quieres un achuchón?” Preguntó con alegría Nagi mientras avanzaba con los brazos estirados.
Romaru saltó hacia su brazo, y Nagi reparó entonces en sus afiladitos dientes.
”¡¡Ehe!!” Exclamó quitando el brazo como acto involuntario y echándose a un lado, quitando el brazo de en medio.
Sin embargo, aunque no había sido mordido, una de sus patas delanteras había arañado su mano, haciendo que brotasen un par de brillantes gotas carmesíes.
Se quedó observando las brillantes gotitas de su mano, mientras sus ojos se inundaban en lágrimas y su boca temblaba exageradamente.
Romaru se dio la vuelta, y Nagi echó a correr berreando con los brazos por encima de la cabeza.
”QUE ME COOOOOOMEEEEEEEEEEEEEEEE”
Se acercó a las puertas del gimnasio, que se habían cerrado tras entrar el último alumno, con Romaru tocándole las puntas de los pies. Para ser un Nara, Nagi no era demasiado torpe, pero desde luego, no poseía una “gracia envidiable.”
Llegó hasta la puerta y agarró el mango con velocidad, solo tenía un segundo.
- - - - - - - -
Las lágrimas se esfumaron de su rostro, y la mueca de horror se transformó en una pequeña media luna de suficiencia, mientras sus pupilas se empequeñecieron levemente, quizás como efecto de la luz… ¿O no?
Abrió la puerta y se echó a un lado con el pomo agarrado, mientras comentaba a media voz.
”Hasta pronto Romaru, viejo perro lobo, espero que se te de bien traspasar objetos… He ganado.”
Un salto en el aire es difícilmente reversible, por no añadir que, a la velocidad endemoniada a la que el perro le seguía, estaba claro que no iba a tener tiempo de girar.
Cuando los últimos pelillos de la cola salieron por la puerta, Nagi empujó la puerta con un pie, cerrándola, y quedando con el torso apoyada en ella, con los brazos apoyados sobre el pecho.
Cogió aire, y, tomándose su tiempo, separó los brazos y realizó los sellos… Antes de pronunciar el nombre de la técnica, una sonrisa tanto maquiavélica iluminó su rostro.
”Bunshin no jutsu.” Ni siquiera el tono de voz del chico era el mismo.
Un segundo Nagi apareció al lado de este, y el chico avanzó hacia sus compañeros, rascándose la cabeza.
¡¡Al final el chico pelos y él se habían echo amigos!!
Uno a uno, fueron saliendo niños, que, como curiosa manía, intentaban hacer la técnica que el niño viejo había pedido…El “Punshi no yuju” Aquella técnica que su padre graznada cuando le daba collejas con su colorida ala.
Llegó su turno, por lo visto tenía que hacer el “Punshi no yuju” antes de que Romaru se enfadase…Pero era algo difícil de conseguir, pues nada más salir del grupo de alumnos, el niño pelos comenzó a correr hacia él con la boca abierta.
”¿Quieres un achuchón?” Preguntó con alegría Nagi mientras avanzaba con los brazos estirados.
Romaru saltó hacia su brazo, y Nagi reparó entonces en sus afiladitos dientes.
”¡¡Ehe!!” Exclamó quitando el brazo como acto involuntario y echándose a un lado, quitando el brazo de en medio.
Sin embargo, aunque no había sido mordido, una de sus patas delanteras había arañado su mano, haciendo que brotasen un par de brillantes gotas carmesíes.
Se quedó observando las brillantes gotitas de su mano, mientras sus ojos se inundaban en lágrimas y su boca temblaba exageradamente.
Romaru se dio la vuelta, y Nagi echó a correr berreando con los brazos por encima de la cabeza.
”QUE ME COOOOOOMEEEEEEEEEEEEEEEE”
Se acercó a las puertas del gimnasio, que se habían cerrado tras entrar el último alumno, con Romaru tocándole las puntas de los pies. Para ser un Nara, Nagi no era demasiado torpe, pero desde luego, no poseía una “gracia envidiable.”
Llegó hasta la puerta y agarró el mango con velocidad, solo tenía un segundo.
- - - - - - - -
Las lágrimas se esfumaron de su rostro, y la mueca de horror se transformó en una pequeña media luna de suficiencia, mientras sus pupilas se empequeñecieron levemente, quizás como efecto de la luz… ¿O no?
Abrió la puerta y se echó a un lado con el pomo agarrado, mientras comentaba a media voz.
”Hasta pronto Romaru, viejo perro lobo, espero que se te de bien traspasar objetos… He ganado.”
Un salto en el aire es difícilmente reversible, por no añadir que, a la velocidad endemoniada a la que el perro le seguía, estaba claro que no iba a tener tiempo de girar.
Cuando los últimos pelillos de la cola salieron por la puerta, Nagi empujó la puerta con un pie, cerrándola, y quedando con el torso apoyada en ella, con los brazos apoyados sobre el pecho.
Cogió aire, y, tomándose su tiempo, separó los brazos y realizó los sellos… Antes de pronunciar el nombre de la técnica, una sonrisa tanto maquiavélica iluminó su rostro.
”Bunshin no jutsu.” Ni siquiera el tono de voz del chico era el mismo.
Un segundo Nagi apareció al lado de este, y el chico avanzó hacia sus compañeros, rascándose la cabeza.
¡¡Al final el chico pelos y él se habían echo amigos!!
Nara Nagi- Gennin
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Re: Examen Práctico - Gimnasio Techado -
Un singular acontecimiento estaba teniendo lugar en aquella esfera de metal. El gimnasio se hallaba sumido bajo un griterio de un jovencito un tanto extraño que corría despavorido como si de de su vida se tratase...que de echo se trataba de su trasero lo que claramente daba crédito a semejante actitud. Mas el joven niño de aspecto perdido y poco serio se halló casi de milagro en frente de la puerta de entrada, haciendole una jugarreta al confiado Romaru que ya creía saborear un nuevo bocado.
Para que explicar la cara del viejo cuando vió a aquél jovenzuelo dejar afuera a su preciado Romaru, solo basta decir que tomó su bastón, que quien sabe de donde lo sacó y le dió unos buenos fustazos al ingenuo de Nagi. - Pero quién te has creído para abrir y cerrar esa puerta. Me costó diez años de mi vida conseguir la llave de este lugar y tu lo tratas con tan poco respeto - Y otro...y otro golpe.
Inmediatamente luego de la paliza al Nara, el anciano con paso precipitado se apresuró a abrirle la puerta a su mascotita de metro de estatura y volvió a su lugar. Sin embargo, no había que ser un experto para notar que los ojos de aquél perro reclamaban un bocado de aquél jovenzuelo con mas necesidad que antes. Mas la experiencia le preseguía y optó por seguir a su amo y tomar dejar que este se sentara encima suyo, como siempre.
- Todos los demás estan suspendidos...Romaru esta demasiado cansado como para seguir - El bullicio de los alumnos ante la decisión del viejo fue opacado por un gruñido del perro, haciendolos huir despavoridos. - El único aprobado ha sido este irrespetuoso jovencito...hay que ver como vienen los chicos hoy en día...-.-u - Recalcó el orejudo viejete antes de pasar a darle al joven Nara su bandana y su estuche ninja.
- Si te hubiera agarrado Romaru hace unos años...creeme estarías buscandote ropa nueva. Has aprobado el examen teórico con un 9 y el práctico con otro 8 - Finalizó el viejo para despues salir del lugar hacia sus ansiadas sábanas donde realizaría su preciada siesta...
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Sin embargo, por otro lado unos minutos antes estaba teniendo lugar otro repentino acontecimiento. El sensei de sombrero de paja se hallaba en su dificil labor como corrector de los exámenes cuando allí por los últimos en la primera fila se encontró con algo que le hizo pestañar mas de lo debido. - Este mocoso...que forma mas extraña de explicarlo. Pero....mmm....esta correcto...increible - Una leve sonrisa se le dibujó en la cara, aquél niño había dado un toque de humor a su dificil día y sin duda le había hecho tomarselo con mas calma. Mas no pudo salir del alusine al leer una y otra vez aquella extraña explicación. - Jaja...este chico o es muy tonto y tuvo suerte, o tiene tanta inteligencia como para entender las cosas y además darle otro enfoque... -
Al finalizar la corrección de todos los examenes y dejarselo a la ansiosa secretaria que esperaba con impaciencia para llevarselos al profesor de prácticas. Se dispuso a salir de la academia, dispuesto a no volver mas, pero sin olvidar pasar por la recepción un momento...
- Toma, mandale esto por correo a la casa de Nara Nagi - Le dijo el ya no profesor a la recepcionista, mientras le daba su sombrero de paja. Sin duda, aquél jovencito se lo había ganado a pulso...
Para que explicar la cara del viejo cuando vió a aquél jovenzuelo dejar afuera a su preciado Romaru, solo basta decir que tomó su bastón, que quien sabe de donde lo sacó y le dió unos buenos fustazos al ingenuo de Nagi. - Pero quién te has creído para abrir y cerrar esa puerta. Me costó diez años de mi vida conseguir la llave de este lugar y tu lo tratas con tan poco respeto - Y otro...y otro golpe.
Inmediatamente luego de la paliza al Nara, el anciano con paso precipitado se apresuró a abrirle la puerta a su mascotita de metro de estatura y volvió a su lugar. Sin embargo, no había que ser un experto para notar que los ojos de aquél perro reclamaban un bocado de aquél jovenzuelo con mas necesidad que antes. Mas la experiencia le preseguía y optó por seguir a su amo y tomar dejar que este se sentara encima suyo, como siempre.
- Todos los demás estan suspendidos...Romaru esta demasiado cansado como para seguir - El bullicio de los alumnos ante la decisión del viejo fue opacado por un gruñido del perro, haciendolos huir despavoridos. - El único aprobado ha sido este irrespetuoso jovencito...hay que ver como vienen los chicos hoy en día...-.-u - Recalcó el orejudo viejete antes de pasar a darle al joven Nara su bandana y su estuche ninja.
- Si te hubiera agarrado Romaru hace unos años...creeme estarías buscandote ropa nueva. Has aprobado el examen teórico con un 9 y el práctico con otro 8 - Finalizó el viejo para despues salir del lugar hacia sus ansiadas sábanas donde realizaría su preciada siesta...
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Sin embargo, por otro lado unos minutos antes estaba teniendo lugar otro repentino acontecimiento. El sensei de sombrero de paja se hallaba en su dificil labor como corrector de los exámenes cuando allí por los últimos en la primera fila se encontró con algo que le hizo pestañar mas de lo debido. - Este mocoso...que forma mas extraña de explicarlo. Pero....mmm....esta correcto...increible - Una leve sonrisa se le dibujó en la cara, aquél niño había dado un toque de humor a su dificil día y sin duda le había hecho tomarselo con mas calma. Mas no pudo salir del alusine al leer una y otra vez aquella extraña explicación. - Jaja...este chico o es muy tonto y tuvo suerte, o tiene tanta inteligencia como para entender las cosas y además darle otro enfoque... -
Al finalizar la corrección de todos los examenes y dejarselo a la ansiosa secretaria que esperaba con impaciencia para llevarselos al profesor de prácticas. Se dispuso a salir de la academia, dispuesto a no volver mas, pero sin olvidar pasar por la recepción un momento...
- Toma, mandale esto por correo a la casa de Nara Nagi - Le dijo el ya no profesor a la recepcionista, mientras le daba su sombrero de paja. Sin duda, aquél jovencito se lo había ganado a pulso...
Re: Examen Práctico - Gimnasio Techado -
Aquel niño arrugado de voz gastada, decidió jugar a pegarle al pobre Nagi durante algo más de diez años… Cada golpe fue un sufrimiento, el chico se preguntaba, si, aquella persona que tenía delante era mortal. ¿Por qué no crecía? Aunque quizás sí, sus facciones apretadas hacían ver arrugas antes pasadas por alto.
El torturador se acercó a la puerta, abriéndola para dejar paso a Romaru, Nagi abrió la boca y le miró con ilusión… ¡Seguía vivo!
”¡Hola!” Exclamó como el que se encuentra a un viejo amigo años pasados.
El hombre dijo que los demás estaban suspendidos… ¡GUAY! Había conseguido el sombrero, y… ¿Vería ahora a los ponis superinteligentes? ¿Estarían en alguna puerta oculta? Estudiando como superinteligentes que eran…Quizás.
Él había aprobado, el único de los presentes con derecho a visitar a los ponis…Y por supuesto, conseguir el sombrero. Solo había un sombrero, así que le resultó lógico que solo él pasase adelante.
Aquel niño arrugado le tendió una bandana y un estuche ninja con unos cuchillos de untar manteca, quizás tuvieran que darle de comer a los ponis…
Se ató el estuche en el muslo derecho, donde menos molestaba, y se colocó la Bandana en la frente. ¿Por qué? La cinta no daba para más, y los brazos podía perderlos al levantarse de la cama con prisa, no siempre se los ponía, así que era mejor tenerla en un lugar seguro.
El arrugas le informó de que si Romaru le hubiese agarrado años atrás…hubiese necesitado ropa nueva… Se había perdido. ¿El caníbal quería comerle o verle en pelotas? Abrió los ojos desorbitadamente y prefirió no comentar nada.
Después de ser informado de que había aprobado, cosa ante la que el joven Nara ladeó la cabeza, observó como todo el mundo abandonaba la estancia, dejándole solo.
”¿¿Y NO HAY PONIS NI SOMBRERO??”
Cogió aire, pero se calmó… Claro, los ponis estaban estudiando, irían a verle cuando pudiese…Y el sombrero, había que mandárselo…A fin de cuentas había que ser humilde y no presumir ante otros alumnos.
Salió del lugar con prisa, encaminándose hacia su casa sin detenerse por el camino, antes de que el hombre loco de peluca sonrosada descubriese su ubicación y decidiese volver a seguirle.
Llegó tranquilamente a casa, cerrando la puerta tras de sí.
”Hola mamá”
Y de repente, sin venir a cuento, a su madre le habían brillado los ojos de alegría, le había abrazado, besado, y achuchado mientras repetía “Que bien… Que bien”… ¿Cuántos años había pasado fuera?
”Eh… Me alegro de que todo esté bien…Sí, yo también te eché de menos.”
El torturador se acercó a la puerta, abriéndola para dejar paso a Romaru, Nagi abrió la boca y le miró con ilusión… ¡Seguía vivo!
”¡Hola!” Exclamó como el que se encuentra a un viejo amigo años pasados.
El hombre dijo que los demás estaban suspendidos… ¡GUAY! Había conseguido el sombrero, y… ¿Vería ahora a los ponis superinteligentes? ¿Estarían en alguna puerta oculta? Estudiando como superinteligentes que eran…Quizás.
Él había aprobado, el único de los presentes con derecho a visitar a los ponis…Y por supuesto, conseguir el sombrero. Solo había un sombrero, así que le resultó lógico que solo él pasase adelante.
Aquel niño arrugado le tendió una bandana y un estuche ninja con unos cuchillos de untar manteca, quizás tuvieran que darle de comer a los ponis…
Se ató el estuche en el muslo derecho, donde menos molestaba, y se colocó la Bandana en la frente. ¿Por qué? La cinta no daba para más, y los brazos podía perderlos al levantarse de la cama con prisa, no siempre se los ponía, así que era mejor tenerla en un lugar seguro.
El arrugas le informó de que si Romaru le hubiese agarrado años atrás…hubiese necesitado ropa nueva… Se había perdido. ¿El caníbal quería comerle o verle en pelotas? Abrió los ojos desorbitadamente y prefirió no comentar nada.
Después de ser informado de que había aprobado, cosa ante la que el joven Nara ladeó la cabeza, observó como todo el mundo abandonaba la estancia, dejándole solo.
”¿¿Y NO HAY PONIS NI SOMBRERO??”
Cogió aire, pero se calmó… Claro, los ponis estaban estudiando, irían a verle cuando pudiese…Y el sombrero, había que mandárselo…A fin de cuentas había que ser humilde y no presumir ante otros alumnos.
Salió del lugar con prisa, encaminándose hacia su casa sin detenerse por el camino, antes de que el hombre loco de peluca sonrosada descubriese su ubicación y decidiese volver a seguirle.
Llegó tranquilamente a casa, cerrando la puerta tras de sí.
”Hola mamá”
Y de repente, sin venir a cuento, a su madre le habían brillado los ojos de alegría, le había abrazado, besado, y achuchado mientras repetía “Que bien… Que bien”… ¿Cuántos años había pasado fuera?
”Eh… Me alegro de que todo esté bien…Sí, yo también te eché de menos.”
Nara Nagi- Gennin
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Re: Examen Práctico - Gimnasio Techado -
Hacía ya una semana desde que había partido de su casa, dejando atrás sus orígenes y todo aquello que le importó en un pasado y posiblemente en futuro. Ya que para un humano con uso de razón es muy difícil de renegar de sus orígenes a pesar de que fueran tan lastimosos como los suyos.
Atrás había quedado la casa junto a la cantera de piedra, en la que padre y madre del sujeto habían trabajado en algún que otro momento de su efímera vida, también esperaba poder olvidar aquellas miradas espinosas y dolorosas en el ánima con las que era observado en aquella población. Ya que era observado como si de un animal de feria se tratara y no como un ser humano, la gente huía de él y la soledad lo acompañaba siempre como un amigo fiel e inseparable.
Después de seguir las indicaciones de la población de aquel asentamiento humano llegó a un edificio bastante grande y con unas vitrinas inmensas y claras. Las cuales permitían observar el interior desde el exterior y al viceversa, el paisaje de su alrededor era rico en naturaleza y la mano antrópica del hombre era difícil de percibir en aquel mar de naturaleza y árboles.
Según pudieron percibir sus ojos numerosos jóvenes se agrupaban en el interior de aquel edificio, señal de que la prueba no tardaría a empezar. Un buen ninja debe ser puntual y no hacer esperar nunca, así que con estas palabras en mente el jovenzuelo aceleró su paso y fue por ello que no tardó mucho tiempo en llegar. Abrió la puerta con sumo cuidado, pero a pesar de ello un leve chirrido agudo y molesto dejó ir esta, toda la gente se giró a contemplar aquella entrada tan “triunfal” por su parte el pobre chico se estaba muriendo de vergüenza, al mismo tiempo que nacía un calor interno en su interior y no tardaría en darse a conocer a través de una leve humedad en el pelo despeinado del chico.
Después de aquel suceso tan vergonzoso todo el mundo volvió a girar su cabeza, para mirar hacia otro sitio, y siguieron con aquello que se llevaban entre manos antes de que el crío de pelo cenizo y túnica marrón cruzara la puerta. Este por su parte fue avanzando entre la multitud, hasta que consiguió ponerse en segundo fila, ya que la primera la veía demasiado directa y la última era de cobardes, por lo que hace al termino de ponerse al medio no le fascinaba la idea, ya que él no se consideraba uno del montón sino un ser que había nacido para destacar o al menos eso le vendía su madre cuando llegaba a casa llorando como una madalena.
Enfrente de él un hombre viejo y arrugado se hallaba encima de un perro de enormes colmillos y seguro que este tenía malas pulgas. Pues el aspecto del sujeto de arriba y del de abajo no eran precisamente de transmisores de paz y tranquilidad.
Atrás había quedado la casa junto a la cantera de piedra, en la que padre y madre del sujeto habían trabajado en algún que otro momento de su efímera vida, también esperaba poder olvidar aquellas miradas espinosas y dolorosas en el ánima con las que era observado en aquella población. Ya que era observado como si de un animal de feria se tratara y no como un ser humano, la gente huía de él y la soledad lo acompañaba siempre como un amigo fiel e inseparable.
Después de seguir las indicaciones de la población de aquel asentamiento humano llegó a un edificio bastante grande y con unas vitrinas inmensas y claras. Las cuales permitían observar el interior desde el exterior y al viceversa, el paisaje de su alrededor era rico en naturaleza y la mano antrópica del hombre era difícil de percibir en aquel mar de naturaleza y árboles.
Según pudieron percibir sus ojos numerosos jóvenes se agrupaban en el interior de aquel edificio, señal de que la prueba no tardaría a empezar. Un buen ninja debe ser puntual y no hacer esperar nunca, así que con estas palabras en mente el jovenzuelo aceleró su paso y fue por ello que no tardó mucho tiempo en llegar. Abrió la puerta con sumo cuidado, pero a pesar de ello un leve chirrido agudo y molesto dejó ir esta, toda la gente se giró a contemplar aquella entrada tan “triunfal” por su parte el pobre chico se estaba muriendo de vergüenza, al mismo tiempo que nacía un calor interno en su interior y no tardaría en darse a conocer a través de una leve humedad en el pelo despeinado del chico.
Después de aquel suceso tan vergonzoso todo el mundo volvió a girar su cabeza, para mirar hacia otro sitio, y siguieron con aquello que se llevaban entre manos antes de que el crío de pelo cenizo y túnica marrón cruzara la puerta. Este por su parte fue avanzando entre la multitud, hasta que consiguió ponerse en segundo fila, ya que la primera la veía demasiado directa y la última era de cobardes, por lo que hace al termino de ponerse al medio no le fascinaba la idea, ya que él no se consideraba uno del montón sino un ser que había nacido para destacar o al menos eso le vendía su madre cuando llegaba a casa llorando como una madalena.
Enfrente de él un hombre viejo y arrugado se hallaba encima de un perro de enormes colmillos y seguro que este tenía malas pulgas. Pues el aspecto del sujeto de arriba y del de abajo no eran precisamente de transmisores de paz y tranquilidad.
Brook Zoa- Gennin
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Localización : Detrás de ti, bbbbuuuuhhhhhhh. xDxD
Re: Examen Práctico - Gimnasio Techado -
El perro ladró y el silencio se produjo en la sala. Las vibraciónes de aquél ladrido grave hicieron temblar hasta los cimientos del lugar, lo que provocó ciertas miradas de tensión. La alegría posterior al examen teórico se fue apagando a medida que el anciano se acercaba, despues de un pequeño saltito, hacia la posición del tumulto de niños. Su paso era reducido y torpe, pero era la experiencia la que le pesaba en aquellos hombros caídos.
- Tu...tu y tu estan suspendidos por ponerse en la última fila. Un ninja ha de estar siempre un paso por delante de todo - Relató con una voz grave y firme, casi temblorosa. Algunos jóvenes comenzaron a quedarse pálidos ante semejante decisión...- Tu, tu y ustedes tres tambien...estan suspendedidos, un ninja ha de saber ocultar sus sentimientos hasta en las situaciones mas dolorosas - Dijo otra vez, señalando a un grupo de jóvenes y chicas principalmente que no habían podido resistir su sorpresa.
- Bien, ahora los que quedamos...mmm...un momento, ustedes cuatro fuera del examen...el atuendo ninja es primordial - Dijo esta vez mirando a un grupo al otro lado, vestidos con unos kimonos de gala bastante coloridos. Quizá al anciano le irritaron tantos colores, o simplemente buscaba terminar antes su trabajo despachando mas alumnos, cuestión que se la pasó un rato mas echando gente hasta que se aburrió.
Al cabo de unos diez minutos tan solo quedaban once personas en clase, de las cuales ninguna era mujer lo que expresaba una clara tendencia machista de aquél hombre. Y sin mas rodeos ni preambulos, pues la hora de la siesta era un momento sagrado que por nada del mundo se merecia ser olvidado, comenzó a recitar su prueba.
- Jovencitos, la prueba es simple...tendran que efectuar el jutsu: Bunshin no Jutsu - Dijo con una media sonrisa tan tenebrosa que hacia sospechar claramente que la prueba no sería tan facil como él relataba. - Peeero Romaru les perseguirá mientras lo intentan hacer, aquél que sea mordido por él estará automaticamente suspendido - Concluyó el viejo con una cara de diversión que se le salía por sus escondidos ojos.
Uno a uno los estudiantes se fueron turnando, la mayoría no lograba concentrarse en esquivar al perro y a la vez hacer el jutsu, por lo que o se cansaban y eran mordidos o se distraían y eran mordidos . Ahora el turno era del décimo en la fila Zoa Brook, a ver como lo haría...
Off-Rol: Primero tenías que ir a hacer el examen teórico, pero no hay problema, te lo tomaré despues que este ...recuerda luego de terminar este examen ir al aula del examen .
Bien, ahora te toca narrar como llevas a cabo el Jutsu, el perro no te morderá por lo que podrás hacerlo, pero todo depende de como lo narres para sacar mejor o peor nota. Ya falta poco, ¡suerte!
- Tu...tu y tu estan suspendidos por ponerse en la última fila. Un ninja ha de estar siempre un paso por delante de todo - Relató con una voz grave y firme, casi temblorosa. Algunos jóvenes comenzaron a quedarse pálidos ante semejante decisión...- Tu, tu y ustedes tres tambien...estan suspendedidos, un ninja ha de saber ocultar sus sentimientos hasta en las situaciones mas dolorosas - Dijo otra vez, señalando a un grupo de jóvenes y chicas principalmente que no habían podido resistir su sorpresa.
- Bien, ahora los que quedamos...mmm...un momento, ustedes cuatro fuera del examen...el atuendo ninja es primordial - Dijo esta vez mirando a un grupo al otro lado, vestidos con unos kimonos de gala bastante coloridos. Quizá al anciano le irritaron tantos colores, o simplemente buscaba terminar antes su trabajo despachando mas alumnos, cuestión que se la pasó un rato mas echando gente hasta que se aburrió.
Al cabo de unos diez minutos tan solo quedaban once personas en clase, de las cuales ninguna era mujer lo que expresaba una clara tendencia machista de aquél hombre. Y sin mas rodeos ni preambulos, pues la hora de la siesta era un momento sagrado que por nada del mundo se merecia ser olvidado, comenzó a recitar su prueba.
- Jovencitos, la prueba es simple...tendran que efectuar el jutsu: Bunshin no Jutsu - Dijo con una media sonrisa tan tenebrosa que hacia sospechar claramente que la prueba no sería tan facil como él relataba. - Peeero Romaru les perseguirá mientras lo intentan hacer, aquél que sea mordido por él estará automaticamente suspendido - Concluyó el viejo con una cara de diversión que se le salía por sus escondidos ojos.
Uno a uno los estudiantes se fueron turnando, la mayoría no lograba concentrarse en esquivar al perro y a la vez hacer el jutsu, por lo que o se cansaban y eran mordidos o se distraían y eran mordidos . Ahora el turno era del décimo en la fila Zoa Brook, a ver como lo haría...
Off-Rol: Primero tenías que ir a hacer el examen teórico, pero no hay problema, te lo tomaré despues que este ...recuerda luego de terminar este examen ir al aula del examen .
Bien, ahora te toca narrar como llevas a cabo el Jutsu, el perro no te morderá por lo que podrás hacerlo, pero todo depende de como lo narres para sacar mejor o peor nota. Ya falta poco, ¡suerte!
Re: Examen Práctico - Gimnasio Techado -
El crío se encontraba atento a lo que sucedía a su alrededor, aquel tipo y su acompañante desde buen principio no le habían causado buen impresión y el tiempo no tardó en darle la razón. Aquel que se suponía que era el sensei de la prueba en menos de un cuarto de hora había eliminado una cantidad brutal de alumnos dejando en aquel recinto un número singular de alumnos, nada más y nada menos que 11 posibles gennins. Los alumnos iban realizando sus pruebas, algunos dando mejores sensaciones de astucia o de estado físico que otros, poco a poco la fila fue menguando hasta llegar al décimo, posición que ocupaba Brook.
Según había podido observar aquel perro se encontraba en un estado de madurez total, a todo ello sumado que él era el décimo le dejaba ante un más que posible animal exhausto o al menos eso creía el joven niño, pero no por ello se debía confiar. Tendría que encontrar en breves segundos como haría el jutsu sin que el animal le mordiera su bello y peculiar trasero.
Estaba convencido que en aquella prueba solo importaba hacer el jutsu sin observar las formas ni darles importancia a estas. Así pues una vez el encargado de todo aquello lo llamó, el humanoide de túnica marrón y de cuello alto se puso tenso y en posición de salir por patas de aquel lugar una vez la frente arrugada diera la señal.
Sabía que por destreza o fuerza no ganaría aquel perro, la única posibilidad que tenía era de salir corriendo hacía el servicio encerrarse en él y realizar la técnica. Con un poco de fortuna cogería el perro desprevenido, provocando aquello la obtención de algunos efímeros y necesarios segundos en su carrera. A todo ello debía sumarse que la puerta de entrada a los servicios de los chicos funcionaba desgraciadamente para el jovenzuelo con muelles, es decir si le das un golpe muy fuerte a la puerta esta sale revotada después hacía a ti. //Royo puerta del oeste//
De repente y sin previo aviso el viejo arrugado silbó, aquello era la indicación de que la prueba empezaría en breves instantes, el chico salió corriendo hacía los servicios como había pensado. Detrás de él un perro con dos grandes, inmensos y afilados dientes corría detrás de él el chico esperaba que aquello se solucionara como en los dibujos que veía de crío, en los que el ratón siempre dejaba mal parado al gato con su astucia e intelecto.
El chico se recorrió el recorrido hacía los lavabos a gran velocidad, no sabía si era porque quería pasar aquella maldita prueba o más bien porque tenía un miedo majestuoso a ser mordido por aquellos dos dientes, con los que seguro su abuela le habría hecho un magnifico y bonito jersey, según el criterio de su abuela querida por su dinero y de su madre odiosa por su gran bondad.
Una vez llegó al área de los servicios entró a toda velocidad, a la vez que esperaba que por su propio bien que no hubiera aquella señal que se pone cuando el suelo esta resbaladizo. Aquella vez la dama fortuna le había guiñado el ojo y la señal no se hallaba por ningún lugar, así que el joven puso por delante del cuerpo sus dos manos con las que dio un terrible empujón a la puerta del servicio de chicos, a continuación se introdujo dentro del lavabo con una inmensa sonrisa en sus dientes y deslizaba el cerrojo para quedar totalmente encerrado en su interior, al mismo tiempo que desde el exterior se oía unos aullidos de un perro adolorido. Normal pensó el chico, ya que seguramente el pobre animal se habría comido la puerta de madera, sin lugar a dudas era un ZAS EN TODA LA BOCA perfecto e inmejorable.
Por lo que hace al chico realizó sin problemas el jutsu, al mismo tiempo que movías sus manos para despertar el poder de su interior y poder hacer el jutsu que le daría aprobado el examen práctico sino pasaba nada. Después de realizar el sello un chico idéntico a él apreció a su lado, les hubieran tachado de gemelos pero por fortuna para Brook él era hijo único.
El chico salió del lavabo acompañado de su doble y ando a paso relajado y tranquilo todo el recinto hasta presentarse delante del maestro, momento en el que desapareció su gemelo y su cansancio físico le atormentaba de gran y molesta manera.
Según había podido observar aquel perro se encontraba en un estado de madurez total, a todo ello sumado que él era el décimo le dejaba ante un más que posible animal exhausto o al menos eso creía el joven niño, pero no por ello se debía confiar. Tendría que encontrar en breves segundos como haría el jutsu sin que el animal le mordiera su bello y peculiar trasero.
Estaba convencido que en aquella prueba solo importaba hacer el jutsu sin observar las formas ni darles importancia a estas. Así pues una vez el encargado de todo aquello lo llamó, el humanoide de túnica marrón y de cuello alto se puso tenso y en posición de salir por patas de aquel lugar una vez la frente arrugada diera la señal.
Sabía que por destreza o fuerza no ganaría aquel perro, la única posibilidad que tenía era de salir corriendo hacía el servicio encerrarse en él y realizar la técnica. Con un poco de fortuna cogería el perro desprevenido, provocando aquello la obtención de algunos efímeros y necesarios segundos en su carrera. A todo ello debía sumarse que la puerta de entrada a los servicios de los chicos funcionaba desgraciadamente para el jovenzuelo con muelles, es decir si le das un golpe muy fuerte a la puerta esta sale revotada después hacía a ti. //Royo puerta del oeste//
De repente y sin previo aviso el viejo arrugado silbó, aquello era la indicación de que la prueba empezaría en breves instantes, el chico salió corriendo hacía los servicios como había pensado. Detrás de él un perro con dos grandes, inmensos y afilados dientes corría detrás de él el chico esperaba que aquello se solucionara como en los dibujos que veía de crío, en los que el ratón siempre dejaba mal parado al gato con su astucia e intelecto.
El chico se recorrió el recorrido hacía los lavabos a gran velocidad, no sabía si era porque quería pasar aquella maldita prueba o más bien porque tenía un miedo majestuoso a ser mordido por aquellos dos dientes, con los que seguro su abuela le habría hecho un magnifico y bonito jersey, según el criterio de su abuela querida por su dinero y de su madre odiosa por su gran bondad.
Una vez llegó al área de los servicios entró a toda velocidad, a la vez que esperaba que por su propio bien que no hubiera aquella señal que se pone cuando el suelo esta resbaladizo. Aquella vez la dama fortuna le había guiñado el ojo y la señal no se hallaba por ningún lugar, así que el joven puso por delante del cuerpo sus dos manos con las que dio un terrible empujón a la puerta del servicio de chicos, a continuación se introdujo dentro del lavabo con una inmensa sonrisa en sus dientes y deslizaba el cerrojo para quedar totalmente encerrado en su interior, al mismo tiempo que desde el exterior se oía unos aullidos de un perro adolorido. Normal pensó el chico, ya que seguramente el pobre animal se habría comido la puerta de madera, sin lugar a dudas era un ZAS EN TODA LA BOCA perfecto e inmejorable.
Por lo que hace al chico realizó sin problemas el jutsu, al mismo tiempo que movías sus manos para despertar el poder de su interior y poder hacer el jutsu que le daría aprobado el examen práctico sino pasaba nada. Después de realizar el sello un chico idéntico a él apreció a su lado, les hubieran tachado de gemelos pero por fortuna para Brook él era hijo único.
El chico salió del lavabo acompañado de su doble y ando a paso relajado y tranquilo todo el recinto hasta presentarse delante del maestro, momento en el que desapareció su gemelo y su cansancio físico le atormentaba de gran y molesta manera.
Brook Zoa- Gennin
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Re: Examen Práctico - Gimnasio Techado -
El jovenzuelo de atuendos apretados hasta el cuello lo hizo bien, quizá por fortuna pero eran los fines los que marcaban el camino de un ninja y no sus medios para obtenerlos. Un aullido de dolor sobrepasó la sala de pies a cabeza mientras el felino se rascaba con una de sus afiladas patas lo que parecía ser un ocico aplastado. Al pobre animalejo le habían roto la nariz y este se hallaba desvalido ante semejante atropello.
- ¡¡Romancito!! - Dijo el anciano de seños preocupados mientras corría cual princesa hacia su principe. De echo muchos sospechaban de una cierta relación entre animal y amo, pero la imagen que se dibujaba en sus cabezas les hacía obligarse a olvidarlo. Volviendo al tema, allí se hallaba el anciano mientras rompía uno de sus atuendos para cortar la hemorragia del ocico del animal. - Estarás bien romancito...no te preocupes, papa te cuidará - Decía el anciano entre lagrimales tristes, sin duda un cambio de actitud drástico que muchos allí presentes no tardaron en percatarse, dejándolos totalmente descolocados.
Al cabo de unos segundos el joven Brook salió del baño seguido de cerca por la mirada fulminando del sensei, que si no fuera por la estricta moral a la que había sido sometido a lo largo de su vida, no habría dudado en cortarle el pescuezo. Despues de todo había herido a su "romancito", y eso no se merecía perdon de Dios.
Pero las normas eran estrictas y no especificaban en el modo de superar la prueba, por lo que el joven Onnin había aprobado el examen, a pesar del odio creado.
- Maldito crio...tienes un 7, pero si fuera por mi no te dejaba ni las cejas... el resto estan suspendidos... ¡Salgan de mi vista! - Sentenció el anciano de manera grave y agresiva. No deseaba en ese momento otra cosa que "romancito" se mejorara...
- ¡¡Romancito!! - Dijo el anciano de seños preocupados mientras corría cual princesa hacia su principe. De echo muchos sospechaban de una cierta relación entre animal y amo, pero la imagen que se dibujaba en sus cabezas les hacía obligarse a olvidarlo. Volviendo al tema, allí se hallaba el anciano mientras rompía uno de sus atuendos para cortar la hemorragia del ocico del animal. - Estarás bien romancito...no te preocupes, papa te cuidará - Decía el anciano entre lagrimales tristes, sin duda un cambio de actitud drástico que muchos allí presentes no tardaron en percatarse, dejándolos totalmente descolocados.
Al cabo de unos segundos el joven Brook salió del baño seguido de cerca por la mirada fulminando del sensei, que si no fuera por la estricta moral a la que había sido sometido a lo largo de su vida, no habría dudado en cortarle el pescuezo. Despues de todo había herido a su "romancito", y eso no se merecía perdon de Dios.
Pero las normas eran estrictas y no especificaban en el modo de superar la prueba, por lo que el joven Onnin había aprobado el examen, a pesar del odio creado.
- Maldito crio...tienes un 7, pero si fuera por mi no te dejaba ni las cejas... el resto estan suspendidos... ¡Salgan de mi vista! - Sentenció el anciano de manera grave y agresiva. No deseaba en ese momento otra cosa que "romancito" se mejorara...
Re: Examen Práctico - Gimnasio Techado -
El jovenzuelo que no tenía preocupación ni lástima o compasión por los otros seres o cosas que no fueran él, se podría decir que su vida era un auténtico monologo, es decir primero él, después él y para finalizar él. Aquello había quedado claramente reflejado con la actuación que había llevado a cabo hacía pocos instantes, en la que había dejado sin nariz a la princesita del sensei.
Posiblemente aquel comportamiento le haría ganar un número indeterminado de enemigos o sería visto por sus compañeros con mala gana y como un ser solitario y autosuficiente, que en verdad era eso lo que era.
Después de escuchar las palabras en las se transmitía un cierto odio por parte del emisor hacía el receptor del mensaje, debido a que aquellas palabras era contundentes, cargadas de rabia y duras. Pero el hombre de efímera edad ya se había acostumbrado a todo tipo de amenazas y las pasó por alto, según le habían comentado los chicos de la cola debía de ir al edificio que había justo enfrente de aquel pabellón y allí se le haría la definitiva prueba la teórica, si todo salía bien podría sacarse el título de genniin en un abrir y cerrar de ojos o al menos eso creía el polluelo.
Es por eso que el crío tras escuchar la nota de la que estaba bastante orgulloso salió de allí junto a sus otros compañeros suspendidos por su culpa. Las miradas de rabia se cruzaban en un mar de decepción ante lo sucedido, por culpa de aquel chico que iba apretado en sus atuendos habían suspendido la prueba. Mientras que los aprobados miraban boca abiertos lo que acaba de suceder y como el chico había tenido tanta valentía y tanta sangre fría para hacer aquello y ganarse la enemistad del sensei por un periodo más que largo de tiempo.
Aquello dejaba entrever una más que grande confianza en el chico hacía su persona, su vida no dependía de nadie él era el único propietario y posiblemente se debería de unir a otros para poder irse ganando la confianza de los de arriba y poder ir mejorando sus jutsus y su poder entre otras cosas.
Fue así como el joven abandonó el pabellón o recinto para ir en busca del examen teórico, el cual esperaba aprobar con muy buena nota.
Posiblemente aquel comportamiento le haría ganar un número indeterminado de enemigos o sería visto por sus compañeros con mala gana y como un ser solitario y autosuficiente, que en verdad era eso lo que era.
Después de escuchar las palabras en las se transmitía un cierto odio por parte del emisor hacía el receptor del mensaje, debido a que aquellas palabras era contundentes, cargadas de rabia y duras. Pero el hombre de efímera edad ya se había acostumbrado a todo tipo de amenazas y las pasó por alto, según le habían comentado los chicos de la cola debía de ir al edificio que había justo enfrente de aquel pabellón y allí se le haría la definitiva prueba la teórica, si todo salía bien podría sacarse el título de genniin en un abrir y cerrar de ojos o al menos eso creía el polluelo.
Es por eso que el crío tras escuchar la nota de la que estaba bastante orgulloso salió de allí junto a sus otros compañeros suspendidos por su culpa. Las miradas de rabia se cruzaban en un mar de decepción ante lo sucedido, por culpa de aquel chico que iba apretado en sus atuendos habían suspendido la prueba. Mientras que los aprobados miraban boca abiertos lo que acaba de suceder y como el chico había tenido tanta valentía y tanta sangre fría para hacer aquello y ganarse la enemistad del sensei por un periodo más que largo de tiempo.
Aquello dejaba entrever una más que grande confianza en el chico hacía su persona, su vida no dependía de nadie él era el único propietario y posiblemente se debería de unir a otros para poder irse ganando la confianza de los de arriba y poder ir mejorando sus jutsus y su poder entre otras cosas.
Fue así como el joven abandonó el pabellón o recinto para ir en busca del examen teórico, el cual esperaba aprobar con muy buena nota.
Brook Zoa- Gennin
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Re: Examen Práctico - Gimnasio Techado -
- ¡Ale jop!
Y con eso el chico se adentro en la oscuridad del gimnasio, bueno mas bien en la profundida del examen practico que muy a su pesar le costaria mucho mas que el examen teorico que consiguio hacerlo tal vez con una nota raspada pero seguro que lo conseguiria.
Una vez dentro del lugar, veia como la gente que habia hecho el examen teorico se agolpaba en el lugar y alguna que otra chica de su edad que le gustaba andaba por alli, asi pues no le quitaba el ojo de encima, incluso se limito a babear un poco como un perro mientras las miraba y ahi con esa mirada perdida el examen empezaria de un momento a otro.
No tenia muchas esperanzas en sus grandes tecnicas, pero seguro que se le ocurria alguna tonteria sobre la marcha digna del examen y de aprobarlo con creces. Durante unos segundos todas las tecnicas habidas y por haber aparecieron en su mente como si hubiera abierto un libro, pero lo importante era escoger 2 o 3 tecnicas que le pudieran servir en aquel instante y las tenia ya, esperaba que la combinacion de todas ellas pudiera salir bien.
Y con eso el chico se adentro en la oscuridad del gimnasio, bueno mas bien en la profundida del examen practico que muy a su pesar le costaria mucho mas que el examen teorico que consiguio hacerlo tal vez con una nota raspada pero seguro que lo conseguiria.
Una vez dentro del lugar, veia como la gente que habia hecho el examen teorico se agolpaba en el lugar y alguna que otra chica de su edad que le gustaba andaba por alli, asi pues no le quitaba el ojo de encima, incluso se limito a babear un poco como un perro mientras las miraba y ahi con esa mirada perdida el examen empezaria de un momento a otro.
No tenia muchas esperanzas en sus grandes tecnicas, pero seguro que se le ocurria alguna tonteria sobre la marcha digna del examen y de aprobarlo con creces. Durante unos segundos todas las tecnicas habidas y por haber aparecieron en su mente como si hubiera abierto un libro, pero lo importante era escoger 2 o 3 tecnicas que le pudieran servir en aquel instante y las tenia ya, esperaba que la combinacion de todas ellas pudiera salir bien.
Jotaro- Gennin
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Re: Examen Práctico - Gimnasio Techado -
El perro ladró y el silencio se produjo en la sala. Las vibraciónes de aquél ladrido grave hicieron temblar hasta los cimientos del lugar, lo que provocó ciertas miradas de tensión. La alegría posterior al examen teórico se fue apagando a medida que el anciano se acercaba, despues de un pequeño saltito, hacia la posición del tumulto de niños. Su paso era reducido y torpe, pero era la experiencia la que le pesaba en aquellos hombros caídos.
- Tu...tu y tu estan suspendidos por ponerse en la última fila. Un ninja ha de estar siempre un paso por delante de todo - Relató con una voz grave y firme, casi temblorosa. Algunos jóvenes comenzaron a quedarse pálidos ante semejante decisión...- Tu, tu y ustedes tres tambien...estan suspendedidos, un ninja ha de saber ocultar sus sentimientos hasta en las situaciones mas dolorosas - Dijo otra vez, señalando a un grupo de jóvenes y chicas principalmente que no habían podido resistir su sorpresa.
- Bien, ahora los que quedamos...mmm...un momento, ustedes cuatro fuera del examen...el atuendo ninja es primordial - Dijo esta vez mirando a un grupo al otro lado, vestidos con unos kimonos de gala bastante coloridos. Quizá al anciano le irritaron tantos colores, o simplemente buscaba terminar antes su trabajo despachando mas alumnos, cuestión que se la pasó un rato mas echando gente hasta que se aburrió.
Al cabo de unos diez minutos tan solo quedaban once personas en clase, de las cuales ninguna era mujer lo que expresaba una clara tendencia machista de aquél hombre. Y sin mas rodeos ni preambulos, pues la hora de la siesta era un momento sagrado que por nada del mundo se merecia ser olvidado, comenzó a recitar su prueba.
- Jovencitos, la prueba es simple...tendran que efectuar el jutsu: Bunshin no Jutsu - Dijo con una media sonrisa tan tenebrosa que hacia sospechar claramente que la prueba no sería tan facil como él relataba. - Peeero Romaru les perseguirá mientras lo intentan hacer, aquél que sea mordido por él estará automaticamente suspendido - Concluyó el viejo con una cara de diversión que se le salía por sus escondidos ojos.
Uno a uno los estudiantes se fueron turnando, la mayoría no lograba concentrarse en esquivar al perro y a la vez hacer el jutsu, por lo que o se cansaban y eran mordidos o se distraían y eran mordidos ^^. Ahora el turno era del octavo en la fila, Jotaro, a ver como lo haría...
Off-Rol: Te toca narrar como llevas a cabo el Jutsu, el perro no te morderá por lo que podrás hacerlo, pero todo depende de como lo narres para sacar mejor o peor nota. Ya falta poco, ¡suerte! ^^
- Tu...tu y tu estan suspendidos por ponerse en la última fila. Un ninja ha de estar siempre un paso por delante de todo - Relató con una voz grave y firme, casi temblorosa. Algunos jóvenes comenzaron a quedarse pálidos ante semejante decisión...- Tu, tu y ustedes tres tambien...estan suspendedidos, un ninja ha de saber ocultar sus sentimientos hasta en las situaciones mas dolorosas - Dijo otra vez, señalando a un grupo de jóvenes y chicas principalmente que no habían podido resistir su sorpresa.
- Bien, ahora los que quedamos...mmm...un momento, ustedes cuatro fuera del examen...el atuendo ninja es primordial - Dijo esta vez mirando a un grupo al otro lado, vestidos con unos kimonos de gala bastante coloridos. Quizá al anciano le irritaron tantos colores, o simplemente buscaba terminar antes su trabajo despachando mas alumnos, cuestión que se la pasó un rato mas echando gente hasta que se aburrió.
Al cabo de unos diez minutos tan solo quedaban once personas en clase, de las cuales ninguna era mujer lo que expresaba una clara tendencia machista de aquél hombre. Y sin mas rodeos ni preambulos, pues la hora de la siesta era un momento sagrado que por nada del mundo se merecia ser olvidado, comenzó a recitar su prueba.
- Jovencitos, la prueba es simple...tendran que efectuar el jutsu: Bunshin no Jutsu - Dijo con una media sonrisa tan tenebrosa que hacia sospechar claramente que la prueba no sería tan facil como él relataba. - Peeero Romaru les perseguirá mientras lo intentan hacer, aquél que sea mordido por él estará automaticamente suspendido - Concluyó el viejo con una cara de diversión que se le salía por sus escondidos ojos.
Uno a uno los estudiantes se fueron turnando, la mayoría no lograba concentrarse en esquivar al perro y a la vez hacer el jutsu, por lo que o se cansaban y eran mordidos o se distraían y eran mordidos ^^. Ahora el turno era del octavo en la fila, Jotaro, a ver como lo haría...
Off-Rol: Te toca narrar como llevas a cabo el Jutsu, el perro no te morderá por lo que podrás hacerlo, pero todo depende de como lo narres para sacar mejor o peor nota. Ya falta poco, ¡suerte! ^^
Re: Examen Práctico - Gimnasio Techado -
Jotaro como el chico alegre y activo que era, necesitaba moverse y de que manera. Empezo a dar pequeños saltitos no levantandose mas de unos pocos centimetros mientras su pelo de punta y grisaceo resaltaba entre las tantas cabezas que habia alli. Por otra parte el que se hacia cargo del examen practico ya habia aparecido y no era otra persona que un abuelete acompañado de un perro y que para la desgracia de muchos no tenia buena cara pero a ojos de Jotaro no era mas que otro y sucio...
- Uoooh uooooh, un chucho.
Se atrevio a decir sin levantar demasiado la voz para que no le escucharan aquella clara sorpresa al ver un perro en aquel lugar, seguro que les iba a enseñar a hacer el pino o alguna cosa tonta de esas, y ¿si les enseñaba hacer un invertido?, en la cabeza de Jotaro no cabia nada mas que tonterias de circo que pudiera hacer el perro pero seguro que no estaba alli para hacer el payaso.
Las instrucciones del asunto del examen ya se habian dado, aunque era un poco desagradable jugar con el perro al pilla-pilla, pero bueno era lo que habia que hacer y sin mas remedio lo haria. El chico como cualquiera antes que el, miraba al anterior para ver como burlaba al perro, para poder llegar hacer la tecnica, todos corrian hacia otros lugares, era demasiado rebuscado, pero lo mejor era lo que el mismo Jotaro tenia en su cabezota, asique empezo hacer estiramientos para no lastimarse ningun musculo, aunque no los necesitaria demasiado tan solo los dedos, pues no se moveria del lugar del examen.
El anterior a el habia terminado y el perro ya se veia un poco cansado, Jotaro se crujio los dedos y se preparo, haciendo unos movimientos extraños con las manos que no habia sido muy apreciable para algunos señoritos de la zona, aunque se habia dado cuenta de que las feminas habian desaparecido y eso era una pena pues no podria lucirse delante de ellas y que babearan por el, aunque eso no sucediera en la verdad, solo e la cabeza de Jotaro.
El chico se coloco de cuclillas casi a la altura del perro a unos metros de distancia, quizas unos 2 o 3 metros no mas, habia cierta distancia entre ellos, pero el ya se habia preparado bien. Se dispuso a llamar la atencion del perro como nadie como el lo hubiera hecho.
- Oye chucho vamos a jugar.... Dijo el chico alzando la vez con un tono alegre.
Por ende, como se le habia ordenado al chucho, este fue atacar al chico, que no se movio ni un apice y no se moveria del sitio, pues el chico y el perro se llegaron a tocar, es mas el perro ya estaba encima del perro y este empezo arañarlo pero cual fue la sorpresa del perro que entre sus garras y dientes ahora habia un saco de los tipicos que se encuentran en los gimnasios. Aquel movimiento de manos que hizo justo al empezar el examen y agacharse ya era un jutsu, un Kawarimi, para ser exactos, el examinador les habia pedido eso, pero se supone que se podria hacer cualquier cosa por tal de esquivar al perro y Jotaro como tal lo habia hecho a su manera, pero lo habia hecho.
- Estoy aqui chucho...
El chico aparecio en otro lugar mucho mas alto, justo en un sitio donde el hocico del perro podria llegar pero no morder, y ese lugar era encima de un potro de gimnasia. El perro nada mas verlo salio corriendo hacia el con intenciones no muy amistosas, le habia engañado y el perro aunque no era muy tonto, pero si algo cerrado de mente, fue corriendo hacia el y tan cerca como estuvo del trasero del chico intento alcanzarlo de un mordisco pero no pudo. Jotaro por su parte ya estaba centrado en su siguiente movimiento que por supuesto de cuclillas dandole el trasero al perro pero que no llegara a el. El chico realizo los sellos pertinentes, pero algo sucedio apreto tanto que de su bonito y respingon trasero salio un tufillo que solo el indeseable chucho alcanzaria a oler.
Seguramente y no de otra forma, el chucho saldria corriendo debido al olor que oleria con su nariz "ultrasensible que te cagas", y mientras eso ocurriese el chico haria el jutsu requerido para el examen con total tranquilidad.
- Bushin no Jutsu. Anuncio justo cuando el clon aparecia encima de los hombros del original que seguia en cuclillas.
- ¿A que ha molado?....claaaaaro Se dijo a si mismo esperando la aprobacion del examinador.
- Uoooh uooooh, un chucho.
Se atrevio a decir sin levantar demasiado la voz para que no le escucharan aquella clara sorpresa al ver un perro en aquel lugar, seguro que les iba a enseñar a hacer el pino o alguna cosa tonta de esas, y ¿si les enseñaba hacer un invertido?, en la cabeza de Jotaro no cabia nada mas que tonterias de circo que pudiera hacer el perro pero seguro que no estaba alli para hacer el payaso.
Las instrucciones del asunto del examen ya se habian dado, aunque era un poco desagradable jugar con el perro al pilla-pilla, pero bueno era lo que habia que hacer y sin mas remedio lo haria. El chico como cualquiera antes que el, miraba al anterior para ver como burlaba al perro, para poder llegar hacer la tecnica, todos corrian hacia otros lugares, era demasiado rebuscado, pero lo mejor era lo que el mismo Jotaro tenia en su cabezota, asique empezo hacer estiramientos para no lastimarse ningun musculo, aunque no los necesitaria demasiado tan solo los dedos, pues no se moveria del lugar del examen.
El anterior a el habia terminado y el perro ya se veia un poco cansado, Jotaro se crujio los dedos y se preparo, haciendo unos movimientos extraños con las manos que no habia sido muy apreciable para algunos señoritos de la zona, aunque se habia dado cuenta de que las feminas habian desaparecido y eso era una pena pues no podria lucirse delante de ellas y que babearan por el, aunque eso no sucediera en la verdad, solo e la cabeza de Jotaro.
El chico se coloco de cuclillas casi a la altura del perro a unos metros de distancia, quizas unos 2 o 3 metros no mas, habia cierta distancia entre ellos, pero el ya se habia preparado bien. Se dispuso a llamar la atencion del perro como nadie como el lo hubiera hecho.
- Oye chucho vamos a jugar.... Dijo el chico alzando la vez con un tono alegre.
Por ende, como se le habia ordenado al chucho, este fue atacar al chico, que no se movio ni un apice y no se moveria del sitio, pues el chico y el perro se llegaron a tocar, es mas el perro ya estaba encima del perro y este empezo arañarlo pero cual fue la sorpresa del perro que entre sus garras y dientes ahora habia un saco de los tipicos que se encuentran en los gimnasios. Aquel movimiento de manos que hizo justo al empezar el examen y agacharse ya era un jutsu, un Kawarimi, para ser exactos, el examinador les habia pedido eso, pero se supone que se podria hacer cualquier cosa por tal de esquivar al perro y Jotaro como tal lo habia hecho a su manera, pero lo habia hecho.
- Estoy aqui chucho...
El chico aparecio en otro lugar mucho mas alto, justo en un sitio donde el hocico del perro podria llegar pero no morder, y ese lugar era encima de un potro de gimnasia. El perro nada mas verlo salio corriendo hacia el con intenciones no muy amistosas, le habia engañado y el perro aunque no era muy tonto, pero si algo cerrado de mente, fue corriendo hacia el y tan cerca como estuvo del trasero del chico intento alcanzarlo de un mordisco pero no pudo. Jotaro por su parte ya estaba centrado en su siguiente movimiento que por supuesto de cuclillas dandole el trasero al perro pero que no llegara a el. El chico realizo los sellos pertinentes, pero algo sucedio apreto tanto que de su bonito y respingon trasero salio un tufillo que solo el indeseable chucho alcanzaria a oler.
Seguramente y no de otra forma, el chucho saldria corriendo debido al olor que oleria con su nariz "ultrasensible que te cagas", y mientras eso ocurriese el chico haria el jutsu requerido para el examen con total tranquilidad.
- Bushin no Jutsu. Anuncio justo cuando el clon aparecia encima de los hombros del original que seguia en cuclillas.
- ¿A que ha molado?....claaaaaro Se dijo a si mismo esperando la aprobacion del examinador.
Jotaro- Gennin
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Re: Examen Práctico - Gimnasio Techado -
El examen seguía su curso, ahora le tocaba el joven Jotaro que no dudó ni un segundo en tomar las riendas de aquella contienda. El anciano observaba con desdén la escena prediciendo que ésta seria otra igual a los que habían suspendido anteriormente, pero pronto se daría cuenta que la cosa iría cambiando.
El perro seguro de sí mismo siguió a todos lados al mareante niño. Por un lado se encontró arañando a lo que parecía ser un reemplazo, algo admirable para un jovencito que recien acababa de salir de la academia, pero así lo había hecho. Esto sin duda dejó desconcertado a perro y anciano, mas el primero con su afinado ocico no tardó en hallar el nuevo paradero del joven de pelos desordenados, más para su mala suerte el jovenzuelo se encontraba en lo alto de un potro de gimansio. Lugar al cual a pesar de los intentos de Romaru no pudo llegar.
Al cabo de unos segundos el Onnin tomó conciencia de su ventaja y se dispuso a preparar la técnica de evaluación, mas un aroma un tanto peculiar sobresalió de su parte trasera haciendo que el ingenuo animal se retorciera de asco. Conclusión que el pedorro renacuajo vayase a saber si por suerte o habilidad, consiguió hacerse con la tecnica y dejar K.O. al pobre animal.
- Maldito mocoso... - Esbozaba el anciano al compás en que se acercaba a su dolorido animal y le acariciaba la prominente trompa. - Tranquilo romi, huele esto - Le decía sacando un potecito con un aroma claramente perceptible a frambueza y se lo ponía en el ocico de "romi". Gracias a esto no tardó en recuperarse y proseguir con la prueba.
Una vez tomados posición nuevamente y casi esperando al noveno de la fila, el anciano se vió en la obligación de decir unas últimas palabras. - Tienes un 7 en el práctico y un 9 en el teórico...tsk!...allí tienes las bandanas y el portakunais, agarralos - Al tiempo en que señalaba a una mesa al lado de la puerta de entrada que quien sabe cuando había aparecido allí. Lo importante es que allí estaban las relucientes y gloriosas bandanas de la Villa de la Hoja, tan veneradas y glorificados como si sus portadores fueran los ángeles de la salvación. En fin, que estaban ahi...
- Espero no volver a verte nunca mas, renacuajo - Relató ya lejos del chico el anciano, denotando cierto orgullo por los aprobados. Al final iba a resultar que el viejete amargado si tenía su corazoncito...
Off-Rol: Felicidades, aprobaste . Se te mandaran los puntos por MP, a partir de ahora tu camino ninja comienza de verdad. Suerte!!
El perro seguro de sí mismo siguió a todos lados al mareante niño. Por un lado se encontró arañando a lo que parecía ser un reemplazo, algo admirable para un jovencito que recien acababa de salir de la academia, pero así lo había hecho. Esto sin duda dejó desconcertado a perro y anciano, mas el primero con su afinado ocico no tardó en hallar el nuevo paradero del joven de pelos desordenados, más para su mala suerte el jovenzuelo se encontraba en lo alto de un potro de gimansio. Lugar al cual a pesar de los intentos de Romaru no pudo llegar.
Al cabo de unos segundos el Onnin tomó conciencia de su ventaja y se dispuso a preparar la técnica de evaluación, mas un aroma un tanto peculiar sobresalió de su parte trasera haciendo que el ingenuo animal se retorciera de asco. Conclusión que el pedorro renacuajo vayase a saber si por suerte o habilidad, consiguió hacerse con la tecnica y dejar K.O. al pobre animal.
- Maldito mocoso... - Esbozaba el anciano al compás en que se acercaba a su dolorido animal y le acariciaba la prominente trompa. - Tranquilo romi, huele esto - Le decía sacando un potecito con un aroma claramente perceptible a frambueza y se lo ponía en el ocico de "romi". Gracias a esto no tardó en recuperarse y proseguir con la prueba.
Una vez tomados posición nuevamente y casi esperando al noveno de la fila, el anciano se vió en la obligación de decir unas últimas palabras. - Tienes un 7 en el práctico y un 9 en el teórico...tsk!...allí tienes las bandanas y el portakunais, agarralos - Al tiempo en que señalaba a una mesa al lado de la puerta de entrada que quien sabe cuando había aparecido allí. Lo importante es que allí estaban las relucientes y gloriosas bandanas de la Villa de la Hoja, tan veneradas y glorificados como si sus portadores fueran los ángeles de la salvación. En fin, que estaban ahi...
- Espero no volver a verte nunca mas, renacuajo - Relató ya lejos del chico el anciano, denotando cierto orgullo por los aprobados. Al final iba a resultar que el viejete amargado si tenía su corazoncito...
Off-Rol: Felicidades, aprobaste . Se te mandaran los puntos por MP, a partir de ahora tu camino ninja comienza de verdad. Suerte!!
Re: Examen Práctico - Gimnasio Techado -
Todo habia acabado, lo habia hecho y habia tenido su resultado, aunque hubiera esperado que despues de aquella "sobresaliente" actuacion le hubieran puesto una nota mas alta que la que le habian dado, pero bueno una nota era una nota, ahora solo esperaba tener un gran camino en busca de la revelacion del ninja, que para el seria nada menos porque menos por menos es mas, que el camino de la medicina en el campo del ninja.
Jotaro se apeo del potro del gimnasio y puso rumbo hacia la mesita que antes no habia visto y donde las bandanas estaban colocadas, alargo la mano y la recogio con gracia y salero. Se la llevo a la cabeza, pero no sabia como colocarsela asi que la dejo atada simplemente a la cabeza y ya veria en un futuro que haria con ella y donde colocarsela.
El chico echo una mirada hacia atras y vio como de nuevo el perro se preparaba para la nueva prueba de otro de los candidatos, y una vez mas alargo el brazo para coger el portakunais de la mesa y con el en la mano ya se despidio de la clase. Con un gesto se despidio, cerro la puerta y se marcho pitando esperando que no le cambiaran la nota por el temible pedorreta que le habia soltado al perro durante el examen.
Jotaro se apeo del potro del gimnasio y puso rumbo hacia la mesita que antes no habia visto y donde las bandanas estaban colocadas, alargo la mano y la recogio con gracia y salero. Se la llevo a la cabeza, pero no sabia como colocarsela asi que la dejo atada simplemente a la cabeza y ya veria en un futuro que haria con ella y donde colocarsela.
El chico echo una mirada hacia atras y vio como de nuevo el perro se preparaba para la nueva prueba de otro de los candidatos, y una vez mas alargo el brazo para coger el portakunais de la mesa y con el en la mano ya se despidio de la clase. Con un gesto se despidio, cerro la puerta y se marcho pitando esperando que no le cambiaran la nota por el temible pedorreta que le habia soltado al perro durante el examen.
Jotaro- Gennin
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Fecha de inscripción : 14/08/2008
Re: Examen Práctico - Gimnasio Techado -
Tras la leer el cartel, Jin se aproximo al gimnasio.
-Veamos que tal se me da esto...-. Aun pensaba en las respuestas que dio en el examen escrito y no estaba muy convencido de haberlo aprobado.
Nada mas llegar vio a un tipo calvo y un perro de aspecto temible, al menos para Jin lo era. Se acerco a él junto al resto de su clase y espero tranquilamente las directrices de aquel sensei calvo.
El tiempo transcurria realmente lento, para Jin, los segundos pasaban como si fueran horas, tenia ganas de salir de alli siendo gennin lo antes posible, tanta gente extraña le ponia de los nervios.
-Tranquilidad Jin, este tipo te hara un par de pruebas y para casa-. Susurraba entre dientes para que nadie pudiera oirle.
-Veamos que tal se me da esto...-. Aun pensaba en las respuestas que dio en el examen escrito y no estaba muy convencido de haberlo aprobado.
Nada mas llegar vio a un tipo calvo y un perro de aspecto temible, al menos para Jin lo era. Se acerco a él junto al resto de su clase y espero tranquilamente las directrices de aquel sensei calvo.
El tiempo transcurria realmente lento, para Jin, los segundos pasaban como si fueran horas, tenia ganas de salir de alli siendo gennin lo antes posible, tanta gente extraña le ponia de los nervios.
-Tranquilidad Jin, este tipo te hara un par de pruebas y para casa-. Susurraba entre dientes para que nadie pudiera oirle.
Jin- Gennin
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Fecha de inscripción : 29/11/2008
Re: Examen Práctico - Gimnasio Techado -
El perro ladró y el silencio se produjo en la sala. Las vibraciónes de aquél ladrido grave hicieron temblar hasta los cimientos del lugar, lo que provocó ciertas miradas de tensión. La alegría posterior al examen teórico se fue apagando a medida que el anciano se acercaba, despues de un pequeño saltito, hacia la posición del tumulto de niños. Su paso era reducido y torpe, pero era la experiencia la que le pesaba en aquellos hombros caídos.
- Tu...tu y tu estan suspendidos por ponerse en la última fila. Un ninja ha de estar siempre un paso por delante de todo - Relató con una voz grave y firme, casi temblorosa. Algunos jóvenes comenzaron a quedarse pálidos ante semejante decisión...- Tu, tu y ustedes tres tambien...estan suspendedidos, un ninja ha de saber ocultar sus sentimientos hasta en las situaciones mas dolorosas - Dijo otra vez, señalando a un grupo de jóvenes y chicas principalmente que no habían podido resistir su sorpresa.
- Bien, ahora los que quedamos...mmm...un momento, ustedes cuatro fuera del examen...el atuendo ninja es primordial - Dijo esta vez mirando a un grupo al otro lado, vestidos con unos kimonos de gala bastante coloridos. Quizá al anciano le irritaron tantos colores, o simplemente buscaba terminar antes su trabajo despachando mas alumnos, cuestión que se la pasó un rato mas echando gente hasta que se aburrió.
Al cabo de unos diez minutos tan solo quedaban once personas en clase, de las cuales ninguna era mujer lo que expresaba una clara tendencia machista de aquél hombre. Y sin mas rodeos ni preambulos, pues la hora de la siesta era un momento sagrado que por nada del mundo se merecia ser olvidado, comenzó a recitar su prueba.
- Jovencitos, la prueba es simple...tendran que efectuar el jutsu: Bunshin no Jutsu - Dijo con una media sonrisa tan tenebrosa que hacia sospechar claramente que la prueba no sería tan facil como él relataba. - Peeero Romaru les perseguirá mientras lo intentan hacer, aquél que sea mordido por él estará automaticamente suspendido - Concluyó el viejo con una cara de diversión que se le salía por sus escondidos ojos.
Uno a uno los estudiantes se fueron turnando, la mayoría no lograba concentrarse en esquivar al perro y a la vez hacer el jutsu, por lo que o se cansaban y eran mordidos o se distraían y eran mordidos ^^. Ahora el turno era del octavo en la fila, Jin, a ver como lo haría...
Off-Rol: Te toca narrar como llevas a cabo el Jutsu, el perro no te morderá por lo que podrás hacerlo, pero todo depende de como lo narres para sacar mejor o peor nota. Ya falta poco, ¡suerte! ^^
- Tu...tu y tu estan suspendidos por ponerse en la última fila. Un ninja ha de estar siempre un paso por delante de todo - Relató con una voz grave y firme, casi temblorosa. Algunos jóvenes comenzaron a quedarse pálidos ante semejante decisión...- Tu, tu y ustedes tres tambien...estan suspendedidos, un ninja ha de saber ocultar sus sentimientos hasta en las situaciones mas dolorosas - Dijo otra vez, señalando a un grupo de jóvenes y chicas principalmente que no habían podido resistir su sorpresa.
- Bien, ahora los que quedamos...mmm...un momento, ustedes cuatro fuera del examen...el atuendo ninja es primordial - Dijo esta vez mirando a un grupo al otro lado, vestidos con unos kimonos de gala bastante coloridos. Quizá al anciano le irritaron tantos colores, o simplemente buscaba terminar antes su trabajo despachando mas alumnos, cuestión que se la pasó un rato mas echando gente hasta que se aburrió.
Al cabo de unos diez minutos tan solo quedaban once personas en clase, de las cuales ninguna era mujer lo que expresaba una clara tendencia machista de aquél hombre. Y sin mas rodeos ni preambulos, pues la hora de la siesta era un momento sagrado que por nada del mundo se merecia ser olvidado, comenzó a recitar su prueba.
- Jovencitos, la prueba es simple...tendran que efectuar el jutsu: Bunshin no Jutsu - Dijo con una media sonrisa tan tenebrosa que hacia sospechar claramente que la prueba no sería tan facil como él relataba. - Peeero Romaru les perseguirá mientras lo intentan hacer, aquél que sea mordido por él estará automaticamente suspendido - Concluyó el viejo con una cara de diversión que se le salía por sus escondidos ojos.
Uno a uno los estudiantes se fueron turnando, la mayoría no lograba concentrarse en esquivar al perro y a la vez hacer el jutsu, por lo que o se cansaban y eran mordidos o se distraían y eran mordidos ^^. Ahora el turno era del octavo en la fila, Jin, a ver como lo haría...
Off-Rol: Te toca narrar como llevas a cabo el Jutsu, el perro no te morderá por lo que podrás hacerlo, pero todo depende de como lo narres para sacar mejor o peor nota. Ya falta poco, ¡suerte! ^^
Última edición por Eizan el Dom Nov 30, 2008 9:43 pm, editado 1 vez
Re: Examen Práctico - Gimnasio Techado -
Jin vio como el viejo echaba gente de la clase por motivos estupidos, de repente le cayo bien, la clase se quedo muy despejada y Jin solia encontrarse mas comodo en grupos reducidos.
-El bunshin no jutsu? ese cual era?...el de hacer clones sombra irreales...el genjutsu- Jin recordo rapidamente en que consistia el jutsu, los nombres solian olvidarsele.
Mientras pensaba en el jutsu, oyo decir al viejo que aquel perro de aspecto horrible iba a perseguirlos. Esto hizo que Jin se pusiera en alerta, cuando le llegara el turno debia estar preparado para hacer el jutsu correctamente antes de que le alcanzara.
Tras el intento fallido de un par de alumnos le llego el momento a Jin.
-El perro solo puede perseguirte si te ve, si no tendre tiempo de sobra para realizar el jutsu- Jin esbozo una sonrisa.
Cuando el perro salio corriendo hacia el, Jin se quito la camiseta y pego un salto hacia atras para que el perro no le mordiera mientras se desnudaba, nada mas quitarse la camiseta espero que el perro se acercara y justo cuando lo tenia a escasos centrimetros ZAS!, le tiro la camiseta a la cara cegandolo momentaneamente.
-Ahora es el momento- Jin hizo los sellos con total tranquilidad mientras el perro intentaba quitarse la camiseta de la cabeza -Bunshin no jutsu!-
Jin tuvo tiempo de sobra para realizar el jutsu, tras ejecutarlo al lado de Jin aparecio un clon clavado a el.
-Creo que lo consegui-
-El bunshin no jutsu? ese cual era?...el de hacer clones sombra irreales...el genjutsu- Jin recordo rapidamente en que consistia el jutsu, los nombres solian olvidarsele.
Mientras pensaba en el jutsu, oyo decir al viejo que aquel perro de aspecto horrible iba a perseguirlos. Esto hizo que Jin se pusiera en alerta, cuando le llegara el turno debia estar preparado para hacer el jutsu correctamente antes de que le alcanzara.
Tras el intento fallido de un par de alumnos le llego el momento a Jin.
-El perro solo puede perseguirte si te ve, si no tendre tiempo de sobra para realizar el jutsu- Jin esbozo una sonrisa.
Cuando el perro salio corriendo hacia el, Jin se quito la camiseta y pego un salto hacia atras para que el perro no le mordiera mientras se desnudaba, nada mas quitarse la camiseta espero que el perro se acercara y justo cuando lo tenia a escasos centrimetros ZAS!, le tiro la camiseta a la cara cegandolo momentaneamente.
-Ahora es el momento- Jin hizo los sellos con total tranquilidad mientras el perro intentaba quitarse la camiseta de la cabeza -Bunshin no jutsu!-
Jin tuvo tiempo de sobra para realizar el jutsu, tras ejecutarlo al lado de Jin aparecio un clon clavado a el.
-Creo que lo consegui-
Jin- Gennin
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Fecha de inscripción : 29/11/2008
Re: Examen Práctico - Gimnasio Techado -
Una nueva puesta en escena había comenzado y el anciano de tamaños encorbados la observaba con desgana, como si con un simple reojo fuece capaz de predecir lo que pasaría. Esta ciega seguridad también se denotaba en el animal, el cual había despachado a todo niño que se le pusiese delante hasta ahora. Pero todo esto estaba a punto de cambiar.
El joven Jin parecía encontrarse pensativo momentos antes del inicio de la contienda, lo que esbozaba la seriedad con la que se tomaba este examen. El silbido del anciano se oyó y el perro salió disparado hacia el alumno. Sin embargo, todo pronóstico habría sido erroneo si se viera lo que estaba pasando en ese entonces.
El joven Onnin se desnudaba frente al público como si esto se tratase de una picina municipal, mientras que el perro empeñado en dejar su marca en aquél trasero le seguía muy de cerca. La espectación se levantaba en el lugar, - Pero que coño... -, salía de la voca del sensei, mientras los otros alumnos se quedaban un tanto descolocados.
En cuestión de segundos una nueva acción tuvo lugar, el joven Jin lanzó su camiseta al envalentonado chucho que se la tragaría de lleno sin poder hacer movimiento alguno. La desesperación ante aquella ceguez momentanea hizo poner de los nervios al perro, dificultando aún mas la labor de quitarse aquella manta de encima. Tiempo precioso que aprovecho el Onnin sin vacilaciones para hacer su técnica.
- Maldito mocoso... - Salió nuevamente de la boca del viejete, como si le molestase que alguien pudiera pasar esa prueba. - Si esa camiseta hubiera sido tu chaleco protector ahora estarías desprotegido totalmente ante un ataque. Pero...estas aprobado... -Estas últimas palabras parecieron costarle tanto como si le estuvieran sacando una costilla del cuerpo. Pero las normas eran así y un hombre de su posición debía de respetarlas a rajatabla, así lo dijese su mama por aquellos años.
- Has sacado un 7 en el teórico...pero no pienses que te voy a poner mas de un 6 en el práctico, mocoso. Recoge tu bandana y tu portakunais, y desaparece de mi vista...puaf! - Concluyó el hombre de arrugas prominentes, con un claro tono de malhumor...
OFF: Felicidades!!, has aprobado el examen Genin. Se te enviaran los puntos obtenidos por MP. Puedes pasear libremente por la villa, pronto se te asignará un equipo para proseguir tu entrenamiento y hacer misiones.
El joven Jin parecía encontrarse pensativo momentos antes del inicio de la contienda, lo que esbozaba la seriedad con la que se tomaba este examen. El silbido del anciano se oyó y el perro salió disparado hacia el alumno. Sin embargo, todo pronóstico habría sido erroneo si se viera lo que estaba pasando en ese entonces.
El joven Onnin se desnudaba frente al público como si esto se tratase de una picina municipal, mientras que el perro empeñado en dejar su marca en aquél trasero le seguía muy de cerca. La espectación se levantaba en el lugar, - Pero que coño... -, salía de la voca del sensei, mientras los otros alumnos se quedaban un tanto descolocados.
En cuestión de segundos una nueva acción tuvo lugar, el joven Jin lanzó su camiseta al envalentonado chucho que se la tragaría de lleno sin poder hacer movimiento alguno. La desesperación ante aquella ceguez momentanea hizo poner de los nervios al perro, dificultando aún mas la labor de quitarse aquella manta de encima. Tiempo precioso que aprovecho el Onnin sin vacilaciones para hacer su técnica.
- Maldito mocoso... - Salió nuevamente de la boca del viejete, como si le molestase que alguien pudiera pasar esa prueba. - Si esa camiseta hubiera sido tu chaleco protector ahora estarías desprotegido totalmente ante un ataque. Pero...estas aprobado... -Estas últimas palabras parecieron costarle tanto como si le estuvieran sacando una costilla del cuerpo. Pero las normas eran así y un hombre de su posición debía de respetarlas a rajatabla, así lo dijese su mama por aquellos años.
- Has sacado un 7 en el teórico...pero no pienses que te voy a poner mas de un 6 en el práctico, mocoso. Recoge tu bandana y tu portakunais, y desaparece de mi vista...puaf! - Concluyó el hombre de arrugas prominentes, con un claro tono de malhumor...
OFF: Felicidades!!, has aprobado el examen Genin. Se te enviaran los puntos obtenidos por MP. Puedes pasear libremente por la villa, pronto se te asignará un equipo para proseguir tu entrenamiento y hacer misiones.
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