Algo que celebrar. (privado ^^)

Kaizen volvía a casa después de un duro día de examen. Seguía haciendo el mismo calor o incluso algo más del que hacía cuando se levantó, y eso comenzaba a molestarle, aunque esos detalles eran los que menos le importaban a él puesto que había aprovado y eso era más que suficiente como para alegrase el día a él mismo y seguramente a sus padres. Desde la academia hasta el barrio Uchiha habían unos cuantos minutos de camino si ibas caminando y algo menos de tiempo si ibas corriendo, pero Kaizen decidió ir andando ya que el cansancio por el examen y las pequeñas ráfagas de aire que a veces se levantaban y azotaban el cuerpo del chico calmando un poco el calor que tenía él eran suficiente excusa.

Caminó varios minutos hasta por fin llegar a la puerta del barrio, y en cuanto entró, observó como la poca gente que había, ya que era por la mañana y la mayoría estaban trabajando, estaba haciendo sus cosas como ordenar su casa, preparar la comida, etc, y mientras el joven Gennin pasaba por el lado de todas esas casas, saludaba a las personas que vivían dentro puesto que eran amigos de sus padres y sus hijos jugaban muchas veces con Kaizen. Estos al ver que llevaba entre las manos la bandana símbolica de la hoja, le daban la enhorabuena por haber logrado pasar el examen, le daban golpecitos en la espalda, etc. Al final, con una sonrisa en la boca, Kaizen llegó a su casa, donde al ir a dejar su calzado en la entrada, observó como habían cuatro pares más y pensó con alegría para si que sus tios también habían estaban allí y que también les contaría que había aprovado. Entró en la casa, pasó por el pasillo y se dirigió a la sala de estar donde estaban todas las personas. En cuanto se colocó delante de la puerta, la abrió tranquilamente mientras decía alegramente:

-¡Papa, mama, he aprovado y me he graduado! ^^.

Al ver la gente que había dentro, observó que afirmando su hipótesis de antes, allí estaba su madre, su padre, su tio (hermano de su padre) y su mujer (su tía xD). Estos al verle y oirle, se pusieron muy felices, y su padre con cara de orgullo le dijo felicitándole:

-Enhorabuena hijo, estoy muy orgulloso de ti. Seguro que llegarás a un puesto muy alto en esta villa.

-Una cosa, ¿Tu no estabas en una misión?

-Eso ha sido un broma de tu madre para que la llegada de mi hermano fuera una sorpresa para.

Kaizen les saludo alegremente, y ellos le respondieron con el mismo tono, y seguidamente también le daron la enhorabuena. Faltaba poco para que llegara la hora de comer, y el joven ya comenzaba a notar como los rugidos de su estomago comenzaban a comerle por dentro, y después de conversar con su padre sobre las notas que había sacado, y haber hablado con sus tios sobre el viaje que habían hecho hasta aqui ya que vivían en el país del arroz, etc, sin poder aguantar más el hambre, le preguntó a su madre:

-¿Qué hay para comer?

-Como hoy era el día del examen, te he preparado tu comida favorita.

-¡Biéeen! Bolas de arroz.

Y así, muy felizmente fue trascurriendo el mediodía, sin ninguna interrupción de nadie, y todos conversando alegremente.

Terminada una vez la comida y habiendo traido los suculentos postres, la mujer del tio de Kaizen se quedó hablando con su madre de cosas que a él le costaba entender, y por otra parte, su tio, su padre y él estuvieron hablando sobre el camino ninja que recorrieron los dos adultos cuando fueron jovenes, y explicaron a Kaizen todas las competiciones que hicieron entre ellos para conseguir ser los mejores, aunque el hermano mayor siempre iba un año adelantado (el padre de Kaizen). Después de un buen rato conversando, llegaron a un punto de la conversación donde su tio le preguntó sobre...

-Kaizen, ¿Ya has conseguido hacer que te consideren como un adulto?

-Pfff... Que va, aunque ahora que ya he conseguido graduarme, mi siguiente meta va a ser dominar la técnica que hace que me considereis ya un adulto...

-...mmm... tu ya sabes que yo no tengo mucho tiempo para estar contigo por todo el trabajo que tenemos este año, pero si tenemos un rato libre para pasarlo juntos, te prometo que te enseñaré hacer el jutsu de fuego.

-Tu no te preocupes papa, intentaré aprenderlo autodidacticamente, y si no lo consigo, como dentro de poco me asignaran un nuevo profesor, le pediré consejo a él... a no ser que ese rato libre sea dentro de pocos días.

La conversación fue avanzando, y junto a él, fue avanzando el día hasta pasadas las seis de la tarde. El sol que había hecho durante toda la mañana se había escondido detrás de un conjunto de nubes que impedía que este iluminara en su plena totalidad. El cielo tan azul que había hecho durante toda la mañana, de repente en unos minutos se había cubierto totalmente por una espesa capa de nubes, traidas por un fuerte viento que se había levantado, y que avisaban lluvia. Kaizen intentó avisar a su tio de que si pretendía solo hacer visita, sería mejor que comenzara su camino de vuelta antes de que lloviera, pero como quien no avisa, un trueno encubrió la frase de Kaizen, y hizo que todos los presentes en la sala de estar se estremecieran de tal manera, que inconscientemente todos se acercaron a los otros presentes. Al ver que de repente comenzó a llover, y al observar la cantidad de agua que caía en unos momentos, todo el mundo salió fuera para recoger todo lo que tuviera, entró dentro de la casa de nuevo bastante mojados, se cambiaron y volvieron otra vez a la sala de estar para observar como llovia mientras seguían conversando, esperando a que pasara la lluvia rápidamente porque si esta empeoraba, deberían volver a salir fuera para poner protectores en las ventanas y todas las cosas frágiles para que no sufrieran ningún tipo de problema...

-Vaya, parece que la visita se va a alargar más de lo que pensabamos, hahaha... Hermano, creo que habrá que preparar el dormitirio de los invitados para mi mujer y para mi ^^.

Y una vez más, a parte del tema del examen y todo lo que esto había conllevado, a Kaizen ese día le pareció como cualquier otro, pero con el inconveniente de no haber podido salir de casa para hacer algo. La lluvia le podía haber parecido a Kaizen incluso una cosa divertida si esta se hubiera puesto a caer más intensamente de lo que lo había estado haciendo durante toda la tarde, pero nada cambió. La familia Kaizen seguía conversando alegremente mientras observaba como caía la lluvia, y al final del día, al ver que seguía lloviendo mucho, el tio de Kaizen decidió que ese día se quedarían allí a dormir porque si se iban en esos momentos, el transporte que los llevaría de vuelta iría muy lento y seguramente llegarían a su casa a la mañana siguiente.

Cenaron tranquilamente, otra vez bolas de arroz ya que sobraron bastantes de la comida y no les gustaba tirar la comida, comida que Kaizen no aburría y le encantaba mucho. Al acabar, los mayores decidieron realizar un juegos por parejas, y como Kaizen no estaba incluido en este juego, se levantó de la mesa y...

-Buenas noches, me largo a dormir que hoy a sido un día muy largo.

Se dirigió a su habitación, y en cuanto entró, cerró la puerta lentamente y se tumbó en la cama. En realidad no tenía ganas de dormir, pero tampoco tenía ganas de quedarse en la sala viendo como los adultos jugaban, así que después de pensar un poco, se levantó de la cama, y se puso al lado de la ventana para observar si había alguien en la calle. A él le encantaba los días de lluvia en días calurosos, aunque solo si la lluvia le pillaba en la calle, porque si esta le pillaba en casa, sus padres no le dejaban salir, por miedo a que le pasara algo, "¿Miedo a que si es solo agua?".

Pasó un rato observando la ventana sin ver que nada más que un río de agua pasará por la calle, pero algo le llamó la atención. Su casa estaba en una calle que hacía una cuesta algo grande, y su casa era la que estaba arriba del todo de la cuesta. Observó como unos niños, más o menos de su edad, comenzaron de repente, con un objeto parecido a una tabla, pero hecho de madera, a tirarse con la tabla cuesta abajo a grandes velocidades gracias al pequeño río que hacía el agua. Al llegar abajo, estos volvían a subir para volver a tirarse de nuevo, y por los gestos de su cara, Kaizen vió que era bastante divertido lo que hacían, así que sin pensarselo dos veces, porque si no le venían los remordimientos, abrió poco a poco la ventana, salió, la cerró y fue corriendo hacia donde estaban los niños de los cuales conocía a uno (Rito). Al ponerse a su lado, Kaizen se dirigió a su amigo con tono alegre:

-Hola Rito, ¿Qué haceis?

-Hola Kai (obviamente Kaizen, pero abreviado xD). Ves esta cuesta, es perfecta para tirarse a grandes velocidades, pero nunca podíamos tirarnos porque no desliza, pero hoy, ¡Mira el río que hace el agua!. Si quieres tirarte, de aquel árbol puedes cortarte una... Por cierto, hay una pequeña hacha enterrada a la derecha del árbol que es la que utilizamos para cortar las tablas, sirvete tu mismo.

-Vaya, parece muy divertido, ahora mismo voy para acompañaros.

-Ok, a si se me olvidaba, estos dos que me acompañan son Mashiro y Nakata, también son del clan como nosotros, y los conocí hace cerca de un mes.

-Hola. Encantado yo soy Kaizen.

Acto seguido, después de las presentaciones, Kaizen se dirigió hacia el árbol y con una nueva mentalidad de que este podía ser un día bastante perfecto y con una sonrisa en la boca, camino hacia él, sin observar que toda su ropa ya estaba empapada, y sin pensar que al volver a casa, le caería la bronca del siglo por haber desobedecido las ordenes que le dieron hace tiempo...