Formación Grupo 7(Uchiha Kaizen; Nara Nagi; Zoa Brook)

Después de que todos vieran sus tipos de elementos, Shiren se puso a hablar y a hablar dando clase teórica. Habló sobre el chakra y sus funciones, y los diferentes estilos de combate: Taijutsu, Genjutsu y Ninjutsu. Kaizen escuchó una por una cada una de las palabras que iba diciendo su sensei, y lo que las frases que formaban significaban, y después de esto, Shiren siguió explicando la próxima prueba que tendrían los tres Gennins. Tendrían que aprender a controlar a utilizar el chakra, y por eso, tendrían que subir a un árbol donde había arriba del todo había un kunai clavado que había sido lanzado por su profesor. Kaizen observó como este subía solo con los pies en los que había concentrado su chakra, y subió todo el tronco hasta arriba del todo. Al términar de subir, Shiren se volvió hacia sus alumnos y los incitó a que el primero que subiera y cogiera el kunai, tendría puntos extras de algo que Kaizen no sabía, pero que le llamaba la atención, aunque para subir ese árbol, deberían hacer lo mismo que había hecho su sensei: concentrar el chakra en sus pies en el nivel exacto y subirlo.

Al acabar de hablar, el joven Gennin se puso de pie para intentar ser el primero enconseguir el kunai y conseguir esos puntos extras, así que, concentrando el chakra en la planta de sus pies durante unos segundos, cuando ya creía que estaba bién ajustado comenzó a correr hacia el árbol el cual se hacía a cada que se acercaba más y más grande, y en cuanto llegó a su lado, puso un pie encima del árbol y comenzó a subirlo paso a paso, hasta que al quinto paso, la concentración se le fue y el chakra concentrado en los pies también, así que acto seguido Kaizen se veía cayendo del árbol a no mucha altura, aunque si la suficiente como para que se golpeara en la espalda haciendose daño.

En el segundo intento, Kaizen lo volvió a intentar, pero esta vez lo hizo como lo hizo su profesor, andando simplemente. Volvió a concentrar su chakra en la planta de los pies, aunque esta vez empleó más tiempo para ello. En cuanto creyó de nuevo que ya lo tenía bién concentrado, volvió de nuevo a intentar subir al árbol, esta vez caminando, y parecía que lo estaba llevando bién, pero en cuanto llevaba unos tres metros de altura, sus pies se volvieron a resbalar del tronco del árbol y volvió a caer, pero esta vez consiguió no hacerse daño ya que mientras caía dio una pequeña voltereta hacia atrás. Al caer de pie en el suelo, miró al gran árbol que tenía enfrente, le pareció inmenso, pero después se fijo en la figura de su sensei. Le vio allí arriba y pensó que tal vez lo mejor sería pedirle algún consejo para subir, y aunque no se esperaba ninguna respuesta de este después de ver la actitud que tuvo desde la mañana, le preguntó con el tono suficiente como para que le consiguiera oir desde allí arriba, por si acaso conseguía sacarle algún consejo sobre el control del chakra:

-Perdona, sensei, ¿Podrías decirme algún pequeño consejo sobre el control del chakra? o mejor dicho- miró a sus otros dos compañeros-, ¿Podrías explicarnoslos a los tres? Así estamos en igualdad de condiciones...

Brook estaba atento a todo lo que hacía aquel sensei, posiblemente sus primeras tomas de contacto con él no habían sido muy buenas, pero a medida que el tiempo pasaba y se iban conociendo unos a otros o al menos eso debería de pretender su maestro. Sus cualidades con el chakra mejoraban ya fuera de forma notable o pésima.

Después de escuchar un inmenso, majestuoso, aburridísimo y larguísimo discurso en el que Shiren les explicaba los diferentes estilos de jutsus y también que es el chakra.

La charla se le hizo agotadora e interminable, el bla bla bla no cesaba y a su nerviosismo le pasaba tres cuartos de lo mismo. A pesar de ello, su mente iba captando numerosas ideas de lo que decía aquel chico mayor que ellos y mucho más poderoso y solo por aquel mero hecho y no por ello menos importante el pequeño polluelo ya lo respetaba. Pues encontraba en él la gran fuente de enseña y saber que necesitaba para hallar su sueño.

Tras el discurso el chico no pudo resistirse a dar unos aplausos ante tal discurso. Había entendido la mayoría de cosas, a pesar de su poca atención y su gran distracción observando a la gennin Nagi Nara. Sus aplausos fueran sonoros y a la vez contundentes, resonaron por todo el bosque y fue por ello que después de terminar con tal sinfonía tubo que escupir en sus manos refregarlas, para tal de saciar aquel escozor y dolor, después se sacaría la saliva de estas pasando las manos sobre la túnica de tono marrón claro.

CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP …..

Tras ello y ante la sorpresa de Zoa el tutor desenfundó un kunai, al mismo tiempo que se movía dos pasos atrás, y lanzaba de forma contunde y trascendente el kunai hacía el árbol. Quedando el kunai a una altura muy considerable respecto el suelo, para qué coño habría lanzado el arma al árbol. ¿Qué quería aquel chico que hicieron sus pobres e interesados alumnos? Cabe destacar que en lo que llevaba Brook con Shiren no había dejado, ni un segundo, de creer que le trataban como una conejillo de indias o una rata de laboratorio, aunque esperaba que algún día le pudiera devolver la jugada o el favor.

Tras el inmenso aplauso, el responsable de aquella excursión con niños para conocer el monte volvió hablar. Fue entonces cuando al pobre chico se le creó un gran pánico en su túrbida y heterogenita mente, como les volviera soltar un rollo de aquellos infernales podían terminar todos sacando espuma por la boca y moviéndose en el suelo con terribles espasmos. A pesar de ello una parte del chico estaba deseosa de escuchar otra larga y generosa lección sobre el uso del chakra para poder ir aprendiendo más de este y de su desarrollo, mientras que la otra intentaba saciar esa sed con cualquier otra cosa que no fuera escuchar aquel aburridísimo chico.

Es por ello que se podía decir que en el interior del joven chico había un gran dualismo en un mismo ser, uno que era atento y sabio y el otro que era violento y furioso. Para fortuna para el joven polluelo este último acostumbra a residir siempre en su interior y solo en peleas o en contadas ocasiones salía, aunque su verdadero poder residía en poder unir los dos pensamientos.

Aquella vez el sensei habló muy poco y tras ello el Uchiha salió escopeteado a realizar aquello que había ordenado el sensei al grupo. Kaizen había salido corriendo y había empezado a subir por el árbol de forma vertiginosa cuando de repente cayó de espaldas con un terrible ruido sonoro y seguramente que muy doloroso.

¡¡BBBOOOOMMM!!

Tras ello el gennin se alzó otra vez, se detuvo durante unos segundos y se dirigió otra vez hacía el árbol al mismo tiempo que subía como si nada ocurriera hacía arriba del árbol. Pero entonces cayó, esta vez pudo caer con una gran y bella pirueta que de poco le serbio para realizar la prueba que le había pedido el sensei.

“Menudo flipado que es este Uchiha, la fuerza sin control no tiene solución y él es uno de los mejores ejemplos sobre el tema…” Pensó el gennin con domino del elemento tierra o doton.

Tras ello el chico perteneciente aquel clan tan poderoso pidió ayuda al maestro y a sus compañeros. Al oír aquello el psicótico dio un paso al frente y a continuación otro y no paró de repetir ese procedimiento hasta que se halló a dos metros de distancia del árbol.

Una vez allí se quedó observando el árbol de arriba abajo, observaba cada detalle por minúsculo que fuera y se puso a andar alrededor del árbol mientras su mano izquierda acariciaba suavemente la escorza de aquel árbol y sus ojos negros lo iban examinando de manera minuciosa y escrupulosa en busca de alguna cosa de suma importancia para aquel gennin o para aquella prueba.

El estudio de aquello duro al menos unos cinco minutos, en los que los ojos oscuros y siniestros del descendente de la saga Zoa no se marcharon del tronco de aquel fuerte árbol. El gennin se detuvo en el lado opuesto en el que había sido clavado el kunai, ya que en aquella zona el relieve de la figura del árbol era más monótona y regular, al mismo tiempo que la pendiente no era tan pronunciada.

Una vez encontrado el camino para poder subir al árbol solo faltaba subir, es por ello que el ninja se quitó sus sandalias de madera, ya que así podía controlar con mayor facilidad el chakra de sus pies. Tras ello el chico dobló sus rodillas, inclino su tronco un poco hacía adelante y agacho su cabeza, al mismo tiempo que sus ojos se cerraban y su mente se sometía a la mayor concentración posible y llamaba a su chakra para que se concentrara en la base de su estructura.

Así fue como empezó a mezclarse la energía de las células y del espíritu en la barriga de Brook, según había dicho su sensei de la Villa Oculta de la Hoja, a continuación de llevarse a cabo la mezcla homogeniza y dando como fruto el chakra este empezó a concentrarse en los pies del ninja, notando este como la energía de tono azul corría por su interior y se dirigía hacia la base de su estructura ósea.

Una vez creyó que tenía estabilizado el chakra en la base y las yemas de sus dedos, empezó a andar con paso firme y seguro, enseguida emprendió la subida como aquel que no quiere nada. Cada paso dado era un inmenso logro para él y empezaba a demostrar su gran calidad en aquel grupo, el ritmo de subida era monótono y el chico ya se veía en la cima del árbol.

Cuando el pie diestro falló y provocó que cayera de unos diez metros. Como es de imaginar el golpe fue muy doloroso, pues cayó con los brazos por delante, quedando estos muy doloridos.

A continuación probó de moverlos pero un terrible dolor le envolvió al mismo tiempo que de su boca salía un terrible gemido en señal de que en su interior había algo que iba bien y necesitaba de ayuda médica de forma urgente.

-¡¡¡¡AAAAAAAHHHHHH!!!!-

Tras ello apoyó su torso en el lomo del tronco, al mismo tiempo que tenía estiradas sus piernas y se atormentaba en porque se había creído la victoria antes de tenerla bien atada y conseguida. Debido a ello sus brazos habían quedado bastante tocados y ahora debería de subir el árbol y levantarse sin ayuda de estos.

Sin lugar a dudas aquella prueba era más difícil de lo que parecía. Al mismo tiempo que su orgullo no le permitía aceptar ayuda de cualquier otro ninja, aunque fuera su sensei quien se la ofreciera.

No pudo evitar empezar a llorar por su condición, pero sus lágrimas no eran de dolor sino de vergüenza y sobretodo de rabia. Lo había tenido tan cerca y por el mero hecho de creérselo demasiado se había desconcentrado y por ello había perdido sus dos brazos durante un largo tiempo. Sin lugar a dudas había aprendido una gran lección, que le ayudaría de grosso modo en su vida ninja.

Su estado posiblemente fuera desolador, pero él no esperaba recibir ayuda alguna. Pues nunca en su vida le habían ayudado en nada sus compañeros y no esperaba que aquella vez fuera una excepción.

Por algún extraño motivo que la mente del Nara no llegaba a comprender, su profesor había lanzado un kunai a un árbol, no tuvo que esperar demasiado para entender que el profesor quería que lo recogieran...Sin usar las manos.
"(Si lo quiere de vuelta...¿Para qué lo ha lanzado...?)" Pensó perplejo el Nara.

El primero en intentarlo fué "Taizen" que subió...subió...subió...bajó...bajó...bajó... hasta dar con su espalda en tierra. La gravedad ejercía su efecto una vez más...
Pidió un truco... ¿Magia quizás?... ¡Aha! Empezaba a entenderlo. Deb´´ia recoger el kunai mediante un truco sin usar las manos usando al bicho invisible de color que llevaba dentro.
"Claro, ahora todo me cuadra mejor..."

Observó el árbol...Un precioso arbol de panes... Panes colgados de cada rama, bollos, vienas...¡Uhm! Delicioso (Él lo ve así).
Sacó un kunai e ignoró la carrera de Brook, que subió, subió, subió...Y bajó. ¿Sería divertido dejarse caer desde tan alto?...Por que a fin de cuentas, todo el mundo lo hacía. ¡Claro! en eso consistía...Nagi era un chico avispado.

Intentó concetrarse, imaginando a aquel pichón que llevaba dentro...lo aplastó, lo aplastó, lo trituró...y lo envió a los pies para que se alimentasen sin desplumarlo ni nada...

Apoyó un pie en el árbol, y... Como si el pichón estrujado ejerciese de pegamento, comenzó a subir.
Nada más empezar se quedó parado...se fijó en que, cada vez que levantaba el pie, tenía que enviar una cantidad de pichón estrujado distinta...claro...No pegaría igual con el muslo que con el pico...

Comenzó un ascenso lento pero seguro, sin dar un paso atrás...a fin de cuentas, para el juego que se le venía encima, no tenía prisa. ¿Sería divertido?.
Aceleró un poco el paso, era complicado, pero tampoco algo anormal, de acuerdo, había que tener cuidado cuando el pico del pichón quedaba abajo...Pero... ¿Aparte?... Intentar no enviar demasiado pichón para no quedarte sin él.

"¡Sí,sí, claro!" Dijo para sí mientras seguía subiendo.

Sin pensar demasiado en ello, consiguió llegar hasta el Kunai y agarrarlo. Inconscientemente, quizás el lado inteligente del pequeño Nara se estuviese encargando de las extremidades inferiores...Quizás...cometió un error, dejando al peculiar tipo encargase de la función del cerebro.

"Y ahora viene lo divertido...como lo han hecho mis compañeros"

Nagi creía profundamente que el sistema era el siguiente...Llegar al Kunai, cogerlo, y lanzarse como sus compañeros, además, él había llegado más alto que nadie.

Cogió aire.

"¡YUHUUUUU!"

Con el Kunai agarrado a la mano, se lanzó hacia atrás desde una altura considerable...
Sintió el aire golpear su espalda, el fresquito...La Paz... ¡¡ERA GENIAL!!.

El problema inconsciente del asunto era que...el suelo se acercaba...y, Si tenía mala suerte, podía perder la vida...
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Rol off: Salvadme T__T xDDDDDDDDDDDD