A las andadas...

**Shoan** Vie Dic 05, 2008 7:52 pm

- Mieeeeerda - Se escuchó en el fondo del callejón como si de un grito de ayuda se tratase. Al parecer una señora de peso considerable y portando nada mas y nada menos que una cacerola en su mano perseguía a un jovenzuelo de pelos castaños, como si quisiera arrancarle el pescuezo.

Y en realidad no era para menos, al parecer aquella mujer era famosa por su caracter "interesante" y sus comidas cargadas de pimienta. Algo que el joven Shoan no podía resistir ni en un millar de años, aquella sensación de ardor en su garganta le podía mas que las mujeres, bueno...no nos pasemos. En realidad las mujeres estaban tan implícitas en su cabeza que apenas si se daba cuenta de lo absurdo que podía resultar a veces.

Anteriormente les mentí, en realidad si podía haber resistido el suave y dulce ardor del pimiento, pero allí se encontraba aquella hermosura de la naturaleza traída del cielo especialmente para que sus ojos la apreciacen. Aparentemente esta señora de huesos prominentes, bueno...gorda, tenía a una hija que distaba tanto de ella como si fueran agua y aceite. Aquella curva de cabellos oscuros y ojos azules rasgados se movía con la suavidad de una rosa en primavera, y eso es algo que sería un pecado no apreciar. Así que por mas que su novia, si...tiene novia, le advirtiera del caracter de madam Mushemiur, o algo así, el Jounin no pudo evitar caer en la tentación.

Y como cayo!!. Solo bastaría con decir que tocarle el culo a aquella jovencita, que por cierto se llamaba Toka lo cual incitaba ya desde un principio, fue el menor de sus pecados. Extrañamente al joven Shoan se le había ocurrido la genial idea de dejar su monedero en casa y utilizar lo único que quedaba en sus bolcillos como propina de una cuenta que no pagaría. Buff!, solo decir que un cacerolazo le alcanzó y aún ahora pasadas dos horas todavia le seguía doliendo como si le siguieran pegando....quizá lo estuviera haciendo madam nose cuanto con algun tipo de budú, o simplemente era que le molestaba no haber podido hablar un rato mas con aquella jovencita.

- Y bueno...al menos yo si alcance a decirle donde vivía...muahahaha - Se decía como intentando consolarse por aquella situación. En realidad la joven había quedado tan perpleja como la madre, ante aquella situación, lo que le aseguraba el ligón de Shoan una visita segura. Si señor, la visita del hermano mayor, sin duda. Pero el no lo sabría, no al menos en ese momento.

Por ahora se dedicaba a seguir observando aquella concurrida calle, en busca de alguna imagen que le hiciera replantearse su fracaso de hoy....

[Off-Rol: Abierto para el que quiera ^^]